Domingo de renacimiento

🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis queridas Semillas,

He dejado para el final hablaros aun de Saturno y Júpiter, ahora comprenderéis por qué.

Cada año nos vamos a Jerusalén Israel, Tierra Sagrada, Tierra Santa, Tierra Bendita, no solamente por el Maestro de los Maestros, por el hijo de Dios, también por sus profetas. Por sus reyes el Rey David, el Rey Salomón y tantos reyes y especialmente, Moisés que, aunque nació en Egipto, su padre y su madre venían de Jerusalén. Descendencia de Israel y Palestina.

Érase una vez tres Reyes Magos, estaban estudiando cada uno en una parte de África, Asia. Cada uno estudiaba astrología, astronomía y cada Rey Mago, vio que en el cielo iba a haber una conjunción de Júpiter y Saturno, y cada uno en un país lejano uno del otro, tuvieron la misma visión.

Cuando hay Saturno y Júpiter estos dos planetas que se juntan es un acontecimiento enorme, muy grande, anuncia un nacimiento muy grande o bien una catástrofe o bien un cambio en la Tierra, pero siempre es de catástrofe, de reglamento de cuentas, de poner la justicia enfrente de uno mismo y de lavar el pasado. Es muy fuerte, os hablé que cada vez que estaba Saturno y Júpiter las personalidades más importantes de los Estados Unidos los mataron. Al igual que otras. Pero venimos a los Reyes Magos.

Los Reyes magos tomaron camino porque en ese instante hubo un cometa, y al ver el cometa pensaron: va a haber un acontecimiento enorme o bien es una guerra mundial o bien es un acontecimiento de los humanos de la tierra es algo enorme. Pero al ver el cometa dijeron: “No, es un nacimiento. Pero el nacimiento que vendrá será alguien extraordinario. Porque con esta conjunción anuncia o alguien de un gran poder excepcional o el final de una vida o el principio de otra."

Y empezaron el camino, y cada uno iba siguiendo ese cometa, que es esa estrella filante, cada uno hasta que se encontraron en un punto. Y al encontrarse empezaron a hablar, y los tres: Melchor, Gaspar y Baltazar, los tres tenían mucho cuidado de hablar de ese descubrimiento porque no podía darse a los paganos. Era algo tan sagrado que lo guardaban para ellos.

Así que cuando empezó uno a hablar y dijo: “Está Saturno y Júpiter” el otro dijo “un acontecimiento sin igual” y el otro dijo:

“Es un nacimiento, porque el cometa es esa estrella que nos anuncia la vida, así que prepararnos porque llegará, y será alguien tan grande tan grande que es para cambiar el Mundo.”

Tomaron el camino juntos y empezaron a buscar donde estaba el reino que era en Jerusalén evidentemente. Pero se equivocaron de Rey, por qué fueron a preguntarle al Rey Herodes y él dijo: “No aquí no ha nacido, ni va a nacer nadie.” Pero como eran muy cautos, se dieron media vuelta y se fueron.

El Rey Herodes era muy celoso, envidioso, y quería reinar solo él, por eso mató mando a hacer la matanza de los niños y los Santos Inocentes. Mientras tanto los reyes iban buscando. Hasta que la estrella, ese cometa y estrella brillante indicaba Palestina Belén, y fueron a Belén.

En aquellos tiempos no había fronteras, no había cambio de territorios. Guerras siempre las ha habido, pero era Belén, el país más pobre, ahí fue a nacer. Y ahí estaba esa estrella brillaba tanto que los pastores no podían dormir, porque era como si fuera medio día. Las ovejas continuaban a pastar, y ellos decían: “que cosa más rara, la noche no llega” - y cuando vieron que había movimiento en Belén, eran esos magos, Reyes Magos.

En realidad, no eran reyes eran científicos, magos sí porque conocían la magia del universo, la magia de las estrellas, el lenguaje de los planetas y la vida del cosmos.

Los reconocieron enseguida, había muchos nacimientos, pero tenía que ser alguien tan grande, tan grande y especial que no podía venir en una cuna de oro, ni de plata. Si no, en un pesebre, porque de ahí sale la riqueza como los diamantes, del fondo de una montaña, del fondo de una mina siempre encontrarán el oro, las piedras preciosas, los diamantes, los brillantes. Tenía que ser ahí para enseñarnos la humildad para enseñarnos la humildad para recordarnos que podemos nacer en lugares, donde apenas hay historia o donde son humildes.

La riqueza se lleva dentro y es en el momento de nacer porque esta adentro de nosotros El SER, con mayúscula y subrayado EL SER.

Los reyes Magos, esos grandes científicos astrólogos y astrónomos no conocían a los padres, ni sabían que eran si venían de la descendencia del Rey David, no conocían. Solo supieron que era él, Él mesías Emmanuel. Así que una vez que lo vieron le ofrecieron lo que se le ofrece a un rey, pero no de este planeta no de la tierra para ellos era un rey superior. Era alguien y ese alguien extraordinario. Incienso, mirra y oro. Simbólicamente, la pureza, la eternidad, y la tierra. Pero ante todo el no necesitaba nada, porque él mismo es la Luz, la vida y la Pureza, y fue en el año donde Saturno y Júpiter, se juntaron.

Otro acontecimiento que os indica que este año es el año de la verdad, de no callarnos nada, de arreglar cuentas. Y no os preocupéis si tenéis que perder a un ser querido, es el año donde se arregla todo. Os perdéis a vuestra mitad de compañera o compañero o ha llegado el momento porque ya se fue el amor, es el momento de hacerlo este año y si es el momento de hablar con la verdad con los hijos, hacerlo, padres. Y a vosotros hijos, decir también, pero siempre con la verdad: vuestros sentimientos, lo que os gustaría hacer, o lo que no os gusta. Pero siempre con amor y respeto, porque mañana Saturno os lo devolverá. Saturno no perdona si no cumplís su ley. Retener esas palabras

Hay otro acontecimiento que también fue otra conjunción de Saturno y Júpiter: cuando nació el primo de Jesús, San Juan el Bautista. Los cátaros veneraban más que a Jesús, a San Juan el Bautista. Muchos se preguntan: ¿por qué seguían los evangelios de San Juan el Bautista? ¿Porque ponían en segundo a Jesús? Muy sencillo mis semillas.

¿Quién bautizó a Jesús? ¿Quién vino primero? ¿Quién enseño el camino? ¿Quién empezó a limpiar las almas de Israel? ¿Quién empezó a hablar con la verdad? San Juan el Bautista, o Juan el Bautista. ¿Por qué vino dentro del vientre de una madre con una edad tardía? ¡Era muy mayor, no podía tener hijos! Su padre era un rabino, Zacarias, y Dios le dijo: no hablaras hasta que nazca tu hijo. Porque no crees que tu mujer engendrara un hijo.

Y así fue: perdió la voz. Tenía vergüenza, mucha vergüenza, el rabino Zacarias.

Era muy mayor, tenía 90 años, muy mayor. Pero efectivamente su esposa Ann tuvo un hijo, Juan, Juan el Bautista. Y fue el primero que abandono todo, que se fue al desierto, que se vestía con pieles de animales y que limpiaba ese campo magnético bautizando. Era una manera de hacer ver al ser humano, que echando el agua cristalina del Jordano, podía haber sido de otro rio, pero allí pasaba el Jordán. Limpiaba su campo magnético, limpiaba su alma, pero era simplemente para que creyeran.

Que, si tenían la conciencia limpia, seguirían más tarde al Maestro.

Por eso lo hacía, preparaba el camino para el Maestro. Pero él fue, quien trabajo, quien laboro el campo. Estuvo trabajando todos los campos de Israel para preparar que viniera el Maestro y sembrara su Enseñanza y pusiera esa chispa de su amor para que se encendiera aún más la Luz que llevamos dentro.

Eso es lo que hizo San Juan el Bautista, que es el día 24 de junio. ¿Por qué se hace una hoguera? ¿Por qué saltan la hoguera? ¿Por qué piden un deseo? Muy sencillo mis semillas, simplemente se recuerda que nació el día de San Juan. Pocos profetas y pocos santos se acuerdan de aquella época cuando nacieron, pero San Juan el bautista si, nació el 24 de junio.

Y desde entonces se enciende una hoguera, simplemente por el símbolo, que cuando se termina, es el día del solsticio. Cuando se termina el día, el sol se acuesta más pronto. Entonces al acostarse el sol, se enciende un fuego y se salta para mostrar que: si el sol ha dado un salto detrás de las montañas o detrás del horizonte, el ser humano quiere hacer igual. Dar un salto como ese sol, que va ir de nuevo a renacer.

Ese es el símbolo de San Juan, el ser humano da un salto por encima del fuego que simboliza el sol. Es para renacer, el sol se acuesta, pero renace al día siguiente. Y Nosotros simbólicamente hacemos lo mismo, saltamos para renacer.

Pero lo que renace es nuestra Luz que llevamos dentro, y alimentamos al Ser Divino.

Recordar mis semillas, el día 24 de junio es San Juan el Bautista. Y recordar que es el día que se renace de nuevo.

El día más corto, la noche más larga, y fue de nuevo esa conjunción: Saturno y Júpiter. Y cuando nació Jesús, lo mismo. Para Jesús no se sabe cuándo nació. No nació el 25 de diciembre, lo hicieron simplemente para apagar un poco la fiesta pagana. Una fiesta que celebraban en todo el planeta, en cada lugar festejaban también el invierno. Que para ellos también significaba muchísimo.

Servidora les puede hablar de las civilizaciones más cercanas que son: los druidas, los celtas, los iberos y otros... los godos, los visigodos y otras civilizaciones.

Para ocultar ese día pusieron el nacimiento de Jesús, no han encontrado aun, su fecha de nacimiento porque tiene que ser así. Piensan que vino más bien hacia la primavera, pero la exactitud no la tenemos.

Mis amadas semillas y estrellas, quedaros siempre con esta fecha del 25 de diciembre porque así lo quiere la sociedad. No se puede cambiar en el calendario, ¡lo cambiaron! lo cambiaron, pero para vosotros dejar que esa alegría exista siempre en vuestros corazones. Dejarla y avivarla cada año, porque es la ilusión de los niños, ¡por los regalos!

Y para nosotros encender más fuerte aun la Fe y la Luz. Recordar este año, la limpieza, ¡hablar con la verdad! ¡Cerrar ciclos! y trabajar mucho con el Chacra 6. Empezar ya los sueños, vuestras ilusiones para el año que viene.

Nos quedamos con el Maestro de Tiberiades, hoy es domingo, ¡que este lleno de Luz, de alegría! Lleno de colores, lleno de bombones, de caramelos, de flores, de campos preciosos, ¡ese campo de trigo dorado que podéis acariciar, esas amapolas, ese néctar, esa miel!

Hoy domingo es el día para nuestro Maestro, que también se puede nombrar: ÉL – mayúscula. Encendamos esa vela, se la dedicamos para recordar su nacimiento, el de San Juan y para vuestro nuevo nacimiento ¡que será pronto!

Con todo mi amor,

Vuestra Jardinera.