Antes de señalar, mírate primero

🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis queridas semillas y estrellas del firmamento, hermosas de mi corazón,

Hoy la historia que vamos a compartir es la historia que ha pasado siempre, a nosotros y también a nuestros hijos. Un niño, al regresar del colegio, empezó a criticar sin piedad a un compañero suyo delante de su madre. Cuaaaantas veces me ha pasado a mí:

¡Mamaaa! ¡Mamaaa! Frederick, Alberto, Hugge, me ha dicho esto, esto. Siempre. Es que, le decía a su madre, es que es muy tonto, mamá, todo lo hace mal, no lo oye, ensucia su calculadora, su libreta, tropieza, cada vez que el maestro pregunta, nunca sabe la respuesta. ¡Si ni siquiera se ha aprendido las tablas de multiplicar! Le decía el niño a su madre. ¡Ni Siquiera tiene móvil!

Y el niño continuó: Yo soy muchísimo más listo que él.

Tras oír las quejas de su hijo, la madre permaneció callada y muy pensativa. Viendo que no obtenía respuesta, el niño insistió:

¡Mamaaa, di algo! ¿Tú no crees también que soy el más listo de la clase? Eso también muchos niños y niñas lo han preguntado.

Y entonces la madre con voz serena le contestó:

Cariño mío, voy a responder a tu pregunta con un pequeño cuento:

Dice una leyenda muy antigua, que cada persona nace en el mundo con dos bolsas suspendidas de su cuello, una al frente y otra en la espalda. La bolsa que lleva al frente está llena de las faltas y defectos de los demás. Ya sean de sus compañeros de colegio, hermanos o amigos. Y la otra bolsa grande que lleva detrás en la espalda, la lleva carga de sus propias faltas y defectos.

De ahí que siempre somos muy rápidos para ver lo peor de los demás, pero a menudo, estamos ciegos para ver que nuestros propios defectos nunca los vemos. Así que aprende bien esta lección de vida, hijo mío.

Antes de ver y juzgar los defectos ajenos, primero mira y juzga los tuyos propios.

Con todo mi amor, Vuestra Jardinera.

Los comentarios, sin comentarios, sobran. Y desde que el mundo es mundo, siempre oiremos a los niños y niñas, creerse que son los mejores, los más guapos y siempre encontraremos que los otros no llevan marcas, que van mal vestidos, que no llevan los basquettes, las zapatillas de adidas, etc, etc.

Con todo mi amor, Vuestra Jardinera