March 30, 2021

Siembras lo que recibes

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🎧Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis queridas semillas,

Había una vez un amo que tenía muy mal carácter, y sus empleados le tenían miedo, le temían mucho. Un día llegó a la casa y le dijo a su criado: ¡sírveme rápido! El criado al oír la voz, ya comprendió que venía de muy mal genio. Y entonces dijo: “No voy a calentar la sopa, se la daré en seguida porque así no se pondrá nervioso y no me chillara.”

Y corriendo el criado va y sirve al señor, el señor probó la sopa, cogió el plato y lo tiró por la ventana.

El criado lo miró y muy tranquilamente, con una tranquilidad increíble, cogió la sopera, la tiró por la ventana, tiró los cubiertos, tiró el agua, tiró el vino, tiró el mantel. Todo lo que había en la mesa lo tiró por la ventana. El amo lo mira y le dice: “¡Insensato! ¡¿Pero qué estás haciendo?!”

Señor creo que comprendí mal o interpreté diferente, pero pensé que lo que quería hacer era comer en la terraza. Hace un día tan agradable con los árboles, las flores, y este perfume, por eso le he ayudado a tirarlo todo por la ventana.

En ese momento el amo reflexionó, y lo miro y le dijo:

“Excúsame, vienes de darme una gran lección porque siempre tengo mal humor y no me doy cuenta que las personas que están a mi alrededor también son seres amables y queridos.”

Y le dijo,

“en lo largo de una vida nunca sabes lo que te va a llegar ni pasar y si es sufrimiento todo depende de ti, tú eliges, o sufrir o no sufrir, hasta que tu pongas el alto allí y tú me has dado una lección.”

“¡Te lo agradezco! ¡Te lo agradezco!”

Y continuó diciendo el amo, las intenciones no son malas, lo que es malo es como lo interpretas, si siembras la violencia te responderán con la violencia, si respondes a la violencia con la paz y la tranquilidad, la persona te responderá con paz y tranquilidad.

Esa es una lección muy buena que muchas veces no nos damos cuenta, de las personas que están al servicio, que nos ayudan o que viven o comparten con nosotros. Cuando estamos de mal humor o venimos cansados o estresados.

Así que la culpa no existe, solo es la importancia que se le quiere dar.

Con todo mi amor,

La Jardinera

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