🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera
Era hace una vez, ahora que estamos hablando de reyes, de reinas, un reino muy bonito y al rey le gustaban las adivinanzas. Adivinanzas son a veces unas palabras que tienes que saber el significado, por eso se dice, en parábolas, que es adivinanzas. Y entonces dijo un día: “Voy a invitar a toda la ciudad, el que adivine la adivinanza, le voy a dejar un día entero que pueda entrar en el tesoro de mi reino y coja todo lo que quiera, que se lleve todo lo que quiera de donde tengo los tesoros.”
Entonces lo dijo, lo publicaron y llegaron gente, gente, gente y dijo la adivinanza.Nadie la sabía, solo un hombre la encontró y le dijo: Monsieur, ¡Esta adivinanza yo la sé! Y se lo preguntó y la acertó. Entonces el rey tuvo que cumplir su promesa. “Que lo lleven a la sala del tesoro, donde guardo todos los tesoros del castillo, que coja todo lo que quiera como prometí” Y de pronto lo llevaron a este joven, a este señor. Cuando entró en la sala de los tesoros los ojos se le iban para todos los lados. Había diamantes, esmeraldas, oro, monedas, tesoros grandes, grandes.
Pero antes, dijo el rey: “Quizás he exagerado, porque si él quiere, en una hora se puede llevar todo. Voy a preguntar qué es lo que más le gusta”. Entonces hizo una investigación y le dijeron: A esta persona lo que le encanta es la música. Ah muy bien. ¿Qué hizo el rey? Puso una orquesta en la sala del tesoro y empezó a sonar la música.
Cuando entró el hombre y escuchó la música: ¡Aaah! ¡Dios mío! ¡Que música celestial y se encantó! Se sentó y empezó a escuchar melodía sobre melodía, fue una maravilla, no podía despegar sus oídos de esa música tan hermosa y cuando termino la música, el hombre vio un diamante que era grande, enorme. ¡Huy! Dijo, Voy a cogerlo.Pero de nuevo, empezó la música y esa melodía era más bonita, parecía que los ángeles estaban alrededor, él se sentía flotar. Era maravilloso, maravilloso y le encantaba. Era tan feliz, tan feliz, que la hora pasó y cuando la música se terminó el abrió sus ojos y el rey le dijo: Ya ha pasado la hora. ¿Has cogido algo?
Y le dijo: Monsieur, he sido tan feliz con la música que he olvidado de coger el tesoro. Pues lo siento, la hora ya pasó. Lo prometido es lo prometido. Y se fue y no pudo llevarse ningún tesoro y eso nos aprende y nos enseñó algo muy sencillo:
Cuando tengáis una meta en la vida, no os despistéis, no os distraigáis, que nada en vuestra mente pueda perturbar vuestra meta. Cuando tengáis un sueño para realizarlo, que nadie os distraiga.
Y cuando tengáis un proyecto, que sea de escribir un libro, de hacer una receta, de componer una música, de tocar, de cantar, lo que deseéis, de crear y hacer una empresa de muebles reciclados, hacerlo.
Al contrario, aquello que os gusta y queréis realizar, luchar y lo obtendréis. Por muy difícil que sea, por muy lejos que esté, lo lograreis.
Con todo mi amor,
La Jardinera