🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera
Hoy compartimos una historia, para que no olvidemos nunca y podamos sacar lecciones como el día a día. Pero siempre con mucha alegría.
Una vez, había un río muy caudaloso y grande. Era magnífico y había mucha gente que iba a verlo porque el agua era espléndida y había una cascada enorme. Y de pronto en medio de todas esas personas un señor mayor se resbaló y cayó al río y todos:
- ¡Cuidado! ¡Socorro, socorro! ¡¿Cómo hacemos para sacarlo?!
Y todos estaban buscando la manera de darle la mano, de tirar una cuerda, de poner un palo, pero no podían. Las aguas eran bravas, muy fuertes y nadie pudo darle la mano entonces toda la gente que había ahí se estaban mirando y decían:
- ¿Dios mío! ¡¿Qué pasará?!
Y todos pensaban a lo irremediable, será un final fatal porque no puede defenderse, aunque sea mayor y tenga fuerza, pero las aguas son demasiado, la corriente es demasiado fuerte para poderse defender y luchar. Entonces vieron que aquel señor mayor iba bajando el río, iba bajando, bajando, bajando hasta que llegó a la cascada, y cuando llegó a la cascada lo vieron que se cayó y desapareció.
Todos estaban preocupados y dijeron:
- ¡qué lástima! Tan buen hombre que era, los que lo conocían. Dios mío y ¿cómo es posible, no hemos podido ayudarle? y delante de nosotros hemos visto cómo ha desaparecido y no hemos podido salvarle.
Fueron andando hasta el final de las cascadas y después de mucho tiempo vieron, que algo se movía era un bulto oscuro que se movía, empezaron a mirar y mirar y vieron y dijeron:
- Es un milagro, ¡Es un milagro! No solamente se cayó en estas aguas tan fuertes si no que ha caído a la cascada de más de treinta metros de altura y ha salido, ayuda y ha salido indemne, que ha pasado señor, que ha pasado. ¡Es un milagro, es un milagro!
Unos se quitaron la chaqueta los otros cogieron unos pañuelos se los pusieron encima tuvieron miedo que el hombre no estuviera vivo: - ¿qué le pasó señor?, ¿qué le pasó? ¿Cómo es posible este milagro?
Entonces él con mucha tranquilidad y con una paz infinita los miro y les dijo: - es muy sencillo,
cuando he visto que el rio que me iba tragando cada vez más a sus profundidades, cuando vi que luchaba y cada vez más me arrastraba con violencia, me deje llevar y pensé, me dejo llevar, y que sea mi destino el que me guíe. Y no quise luchar no luché no me moví, más simplemente dejé que el agua hiciera lo que tenía que hacer. Ella sola sabía si devolverme a la vida o llevarme con ella a lo más profundo. Así que me deje llevar y fue como si fuera una ola, ese torrente tan grande se convirtió como una ola, me envolvió dentro y era como si me llevase en sus brazos. Fui bajando y bajando sentí un golpe muy grande y que me había depositado a la orilla.
Entonces salí y vi que estaba vivo y saque una buena lección. Y esta lección es para todos vosotros mis semillas:
Que a veces la vida no podemos hacer lo que queremos, y que tenemos imprevistos, porque hay imprevistos en nuestra vida. Y es en ese momento que tienes que dejar que los acontecimientos te lleven y te dirijan y jamás ir contra corriente. Porque si hubiera luchado contra corriente, no hubiera salido y me dejé llevar.
Y así que mis semillas que cosa más hermosa, que maravilla, solo hay que pensar que muchas veces vamos a elegir un camino para dar un paseo, hacer trekking, o simplemente una aventura y a veces nos resbalamos y nos caemos, no luchéis.
Dejaros siempre llevar y nunca ir contra la naturaleza, ni luchar contra la corriente si no os lleva, ella tiene sus razones.
Así que todos celebraron esa nueva vida, ese nuevo nacimiento de este señor mayor que más tarde tenía una historia para hablar explicar y contar y decir también para nosotros. Que muchas veces no nos da alegría algunas contrariedades sin darnos cuenta que es lo mejor para nosotros y una fortuna.
Con todo mi amor,
Vuestra Jardinera
Para vosotros, cuando muchas veces perdemos algo, o hemos perdido, siempre nos entre una frustración, un dolor, y tenemos tendencia a echar la culpa al vecino. Siempre es la misma expresión: ¿Por qué no me lo dijisteis? ¿Por qué no lo hicisteis? ¿Por qué no me avisasteis? Los imprevistos, y que la vida siempre nos guarda esas sorpresas tan grandes y tan especiales.
Seamos felices y nunca vayamos contracorriente. Nunca querramos tener la razón, siempre hay alguien que está por encima de nosotros, para hacernos ver que la razón puede tener mil colores, mil formas y mil explicaciónes.