🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera
Había un hombre muy bueno, mis queridas semillas, y quiero compartir con ustedes que a veces la astucia o ser más listos no sirve para nada.
Había un hombre bueniiisimo que dijo:
Esta noche me voy a hacer un festín comiendo pescado y fue a una posa que había, no muy grande. Y estaban 3 peces comiendo y cuando vieron al pescador en seguida se miraron y comprendieron y dijeron: ¡Cuidado! Vienen a pescar, si nos ven, ya somos peces muertos.
Y dijo uno: ¡Que va! ¡Noo! Dice, vamos a ver, tengo una estrategia, nos vamos a dejar pescar y haremos los muertos, nos dejaremos sin respirar y cuando vea el pescador que no respiramos, que no nos movemos, nos echará de nuevo a la posa. Porque no es un signo normal. Entonces dijo el primer pescado: ¡Bueno, paso yo el primero! Y viene el pescador, hecha el anzuelo y pescó el primero.
¡Estaba más contento! Y al ponerlo a la orilla ve que el pez se deja caer y no respira y dice: ¡Huy! Este pez está muerto, puede ser que esté enfermo. Le sacó el anzuelo y lo tiró al agua y dijo: No, no, yo no voy a comer ese pez. Y lo tiró al agua. Entonces corriendo, se dio cuenta y se fue volando y se escondió el pececito. Al esconderse, ya nadie lo vio.
El segundo, tiró de nuevo la red y lo pescó. Al pescarlo, lo sacó e hizo lo mismo, se puso en la orilla y se hizo el muerto, pero olvidó que no tenía que respirar y entonces empezó a respirar y dijo: ¡Ah! Este no está enfermo, está bueno. Y lo puso en una sesta que estaba un poquito rota. Cuando estuvo dentro dijo: Huy, que tonto soy... Me he dejado engañar, me he puesto a respirar. Pero luchó, abrió y salió de la sesta, dio un salto y se metió en la posa. El pescador dijo: Que mala suerte tengo hoy, pues voy a buscar otro y fue y pescó y quedaba solamente uno porque los otros dos se escondieron corriendo.
Y el que pescó lo sacó y ¿Qué pasó? Dijo: Bueno, pues como ha dejado a los otros, me dejará a mi también y empezó a respirar y a moverse. Y dijo el pescador: ¡Aaaah! Este es bueno, está bueno. Este está sano, tu no te escaparás, serás mi cena. Y así pasó. Se lo llevó a su casa, encendió el fuego, puso la sartén y se lo comió. Y fue un festín, moralidad:
No siempre vale los consejos de los unos o de los otros. O nunca sirven algunas estrategias por muy buenas que sean. Porque tienes que tener mucha suerte y ayudar a crecer tu Fe. Y es ahí donde está el secreto.
Quería comentaros algo muy bonito, los árboles, se hablan entre ellos. Cuando hay algún arbusto debajo que les molesta, hacen todo lo posible para dejar caer el tanino. El tanino, es un producto que ellos fabrican. Como nosotros la bilis, que le llamaríamos veneno y lo matan.
Cuando hay dos especies que no acuerdan, una tiene que vivir, la otra tiene que irse. Entonces se van eliminando, porque se hablan y lo que desean es siempre tener la mejor semilla, la más fuerte, para dure, para que alimente, para que de frutos. Y la más débil, tiene que dormir para siempre. Es igual que los animales, son tan maravillosos que nos dan lecciones. Y nosotros siempre estamos sordos y ciegos.
Cuando hay una manada de leones, siempre hay un león alfa. Es el macho alfa, es el padre de todos los leoncillos, de todos los cachorros. Pero cuando llega su momento, que se hace muy mayor, ya crece el más joven y se hace el más valiente, el más fuerte y sabe que su semilla tiene que triunfar porque así continuará la raza fuerte. Así continuará lo que es la vida, pero si continúan con el viejo, llegará a degenerarse la raza porque en los leones, el rey es él. Pero quien manda, es la leona. Es la que va a cazar, la leona caza para el león y primero come el león.
Cuando se ha hartado de comer el león, deja entonces a la leona, la más mayor y a todos. Y los últimos son los pequeños cachorritos cuando les dejan las hienas.
Por eso, parece muy grave, porque el león nuevo, el nuevo alfa, lo primero que hace es coger a los cachorros y a los bebés de las mamás leonas y les clava sus colmillos en el cráneo de los leoncitos, para matarlos, los mata. Entonces la madre está en seguida en celo y el macho tiene que procrearla para nacer rápidamente nuevos leones, con nueva sangre, nueva fuerza y ser sanos, fuertes, valientes para sobrevivir y continuar la manada con nueva sangre.
Así que cuando veáis una de esas imágenes, no tengáis miedo, no tengáis pena, es ley de vida.
Hay que dejar la juventud, las nuevas generaciones, continúen lo que hicieron los antepasados o las personas mayores, aunque nos duela. Pero es así la vida.
Mis semillas, espero que quede claro, es ley de vida. Se necesita un caos para hacer un orden, y una limpieza después de una matanza, por muy cruel que se oiga o que suene, es la vida.
Vuestra Jardinera