October 07, 2021

Sabiduría de la naturaleza

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🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Hoy vamos a hablar de la providencia. La providencia es una palabra que no empleamos muy a menudo, pero que hace bien las cosas. Como siempre el Universo está hecho a la perfección y siempre está la paz y la serenidad, siempre, siempre. Tenemos que estar siempre atentos a los detalles, a los signos y a nuestro instinto, siempre

Una vez, había un hombre muy bien hombre que estaba en su campo. Tenía un campo muy hermoso, tenía melones, sandías, tenía frutos, tenía verdura, tenía de todo. De todo, de todo , de todo. Y siempre cultivaba se llevaba su comida en una cestita y cuando estaba el sol muy alto allá a las doce, siempre tenía la costumbre de ir debajo de su roble o encina como llamamos aquí en Europa. Una Encina es un roble que su fruto son las bellotas, las bellotas

Entonces, se iba a su roble, o encina, se sentaba, abría su cestita y sacaba su comida. Algunas veces era una tortilla, otras veces era un trocito de pollo, otras veces eran guisantes, era un poquito lo que tenía en casa y sobre todo de la huerta, verdura de la huerta: calabazas, judías, sus tomates, sus pimientos, todo.

Y un día estaba sentado y dijo: ¡Qué felicidad! Que placer tener un huerto, Este huerto tan hermoso donde tengo calabazas, melones, sandías donde tengo todo lo que necesito y más, el resto lo vendo y me da para vivir, es una felicidad. Es difícil la tierra, es dura y está muy baja pero que satisfacción cuando recogemos sus frutos.

Se sentó, sacó su botella de agua, llenó su vaso, lo bebió. Y estando tan feliz dijo: ¿Por qué el Universo o el Padre no ha creado los frutos que pudieran estar en los árboles? Las sandías, los melones están en el suelo. Las manzanas, las peras ¿por qué no los harían en los árboles? Así no me costaría nada, pues con la mano recogería toda la fruta y sería tan fácil y tan práctico. Allí estaba él pensando, este campesino que tenía un huerto y tenía melones, sandías, calabacines, berenjenas, tomates, pimientos pero claro la tierra era baja. Es verdad que cuesta mucho trabajarla pero la satisfacción de recoger esa riqueza es grandiosa.

Sentado en su Roble el estaba pensando, ¿por qué el Universo no ha hecho bien las cosas? Si tuviera las calabazas colgadas en este árbol, los melones, las sandías, los pimientos, los tomates, todo sería tan fácil, con la mano lo cogería. Bueno, no comprendo porque Dios ha hecho la tierra de esta manera.

Y de pronto, una bellota ¡pum! se le cae en la nariz y al caerse de tan alto le dio un golpe y le picó la nariz. Entonces dijo: ¡huy! Me ha hecho daño, ¡eh! Menos mal que es una bellota porque si hubiera sido una calabaza , un melón o una sandía me hubiera roto la cabeza, ¡me la hubiera roto! Entonces suspiró y miró al cielo y le dijo:

¡Qué razón tienes Universo! ¡Qué razón tienes padre Universal de haber creado la tierra como es! De haber hecho los árboles con las olivas que son pequeñas, con algunos frutos que son pequeños, también con las castañas, con las bellotas.

Porque si hubieran sido tan grandes, hoy ya no podría hablar, estaría muerto.

¡La providencia hace muy bien las cosas! ¡Y así saco la lección! Y desde entonces, cada día a las 12 se sentaba debajo de su roble, habría su cesto, sacaba las fiambreras, comía la comida que había preparado, bebía su agua y siempre daba gracias a la providencia que le había salvado la vida, porque de la otra manera no hubiera estado en equilibrio.

Mis semillas, cuántas veces nos quejamos de tener que hacer siempre las cosas, como por ejemplo ¡barrer! Hay que agacharse para recoger la basura, hay que agacharse para atarse los baskets, los zapatos, pero no es una manera de hacer gimnasia? ¿De hacer abdominales? Claro! Que de hacerlos un dia no va a salir la tableta de chocolate que llevan los deportistas, no, no; no os hagáis ilusiones. ¡pero después de muchos años! ¡Sí!, se nota que somos más ligeros y que estamos mucho mejor y que podemos llegar a hacerlo y eso es maravilloso, maravilloso.

Pues la lección que tenemos que sacar de hoy es que siempre lo que está arriba, está abajo y lo de abajo está arriba. Quiere decir que siempre es la perfección. Y así tenemos que obedecer y que aceptar, porque todo está hecho a la medida del hombre. El es quien lo ha creado, una ves que ya está vivo, lo ha creado, lo ha tallado el árbol, le ha dado la forma que ha querido, lo ha plantado, lo ha sembrado pero siempre nos quejamos, siempre por digamos: porque no sabemos que hacer o decir, entonces es más fácil quejarnos o mirar al que tenemos enfrente.

Y es más fácil analizarnos a nosotros mismos y decir: ¡gracias Universo! ¡Gracias Dios mio! ¡Por esta plenitud! ¡Por esta alegría! ¡Por darnos cada día el sol! ¡Por darnos la sonrisa, aunque tengamos problemas!

Por tener unos amigos maravillosos, por tener siempre esa pasta, ese pan, esas tortillas, esas tortas, el pan con leche, y hay tantas cosas, para otro sería el chocolate! Pero hay tantas cosas, por eso tenemos que recordar que somos felices! Y que lo mejor es tener un huerto y comer de lo que criamos y ser felices, lo tenemos todo, pero verlo siempre con el vaso medio lleno, y no vacío.

Con todo mi amor,

vuestra Jardinera

¡Que os quiere! Hoy hemos hecho también un caminito para ir a visitar a un monje, ¡muy pequeñito! Que ya lo veréis. Y le hemos puesto su mesita para darle las ofrendas, las flores y un farolillo.

Siempre la Luz simbólicamente es quien ilumina, quien te guía en el camino para que no te pierdas.

Es tan importante saber donde damos nuestros pasos, donde ponemos nuestros pies, allí ponemos nuestra mente y allí ponemos nuestras intenciones y allí ponemos nuestros pensamientos, por eso tienen que ser siempre buenos y positivos, así será lo que hacemos.

De nuevo con todo mi amor,

Vuestra Jardinera

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