November 02, 2021

Las promesas y la conciencia

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🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Érase un hombre muy rico, muy rico, muy rico y dijo: ya no quiero trabajar más, tengo dinero suficiente, pero! Con el dinero tengo problemas, entonces ¿qué puedo hacer? No tengo herederos, si me muero la gente se lo llevará y me lo robara.

Y le vino una idea:

Entonces fue al periódico, a una agencia y dijo: quiero vender mi casa.

Su casa era un castillo maravilloso, pero antes de llegar a vender su casa, había tenido muchísimos problemas, tantos problemas que decía: no puedo más, no puedo más, no puedo más.

Porque la verdadera historia era que tenía problemas, le iban a quitar la casa, le iban a quitar todo, la empresa, todo lo que tenía. Entonces dijo:

“Voy a hacer una promesa, si salgo de este apuro y puedo arreglarlo todo, y salvo la casa prometo que todo el dinero que venda la casa, la daré a los pobres.”

Entonces cada día era más difícil para él, porque veía que los problemas se le acumulaban, no tenía dinero, y dijo pues: tengo que vender la casa.

Pero prometo que si la vendo, daré todo el dinero a los pobres.

¡Y un ángel lo escuchó!

Y ese ángel hizo todo lo posible para que pudiera venderla. Entonces el hombre puso en venta la casa. Había un letrero que decía: La casa la vendo por 5 monedas, 5 monedas, 5 monedas.

Y en 100 mil monedas vendo a mi gato.

Pero todo va incluido, el gato y la casa. Quien lo compre tiene que comprarlo todo junto, no puedo separarlo.

Y uno de esos días afortunados paso un matrimonio y dijo:

“Que casa mas hermosa. Por 5 monedas, la compramos.”

Y le dijo el esposo: “Pero también está el gato” dice “es que va todo junto”

“Pues compramos todo junto”

Así que fueron a ver a este señor y le dijeron: “vamos a comprarle la casa y el gato.”

“Muy bien”

Y le dieron 100 mil monedas y 5 monedas. 100,000.05

Entonces el hombre como había hecho la promesa, cogió las 5 monedas, es decir vendió la casa por 5 monedas y esas 5 monedas las dio a los pobres, y las 100 mil monedas! Se las guardó para él.

Pero más tarde el ángel le habló a su conciencia y le dijo: “una promesa es una promesa, has mantenido tu promesa?”

Y el contestó:

“sí, dije que el precio de la casa lo daría y las di, las 5 monedas”

¿Y el resto?

Mis semillas, no nos dejemos engañar, porque nuestra conciencia a veces nos dice: ¡si! Vamos a prometer arreglar una madera que se ha levantado, de arreglar ciertas cosas o si nos ayudan... pongamos los santos, que estos días hemos hablado de los santos, ¡prometo!

Las promesas hay que cumplirlas, si no se cumplen, tarde o temprano viene la causa y efecto. Y ese hombre engañó su conciencia pero se engañó a él, porque después, ya no podía dormir.

Así que seamos siempre honestos con nosotros mismos y si hacemos una promesa, vayamos hasta el final. No nos quedemos a mitad y no nos engañemos. Pero yo se que mis semillas cada vez que lo prometen lo cumplen y cumpliendo esas promesas, liberan cada vez más el alma y se elevan.

Ha habido un curso muy hermoso, han hecho un trabajo todos los alumnos, excepcional y han cerrado ciclos y han liberado a muchísimas almas y ellos mismos se han quitado un peso de encima y han empezado una nueva vida.

Esa es la recompensa de lo que verdaderamente existe, nuestra alma, nuestro ser divino, nuestra materia es la que nos engaña con las falsas promesas: “si, ya lo haré”

“Ah! Si, se me olvido, ya lo haré mañana.”

“No pensé”

Esas son las falsas promesas, así que mis semillas, adelante! Y no os preocupéis, si cumplís vuestras promesas, ¡tendréis vuestra recompensa!

Con todo mi amor,

La Jardinera

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