🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera
Érase un hombre muy rico, muy rico, muy rico y dijo: ya no quiero trabajar más, tengo dinero suficiente, pero! Con el dinero tengo problemas, entonces ¿qué puedo hacer? No tengo herederos, si me muero la gente se lo llevará y me lo robara.
Y le vino una idea:
Entonces fue al periódico, a una agencia y dijo: quiero vender mi casa.
Su casa era un castillo maravilloso, pero antes de llegar a vender su casa, había tenido muchísimos problemas, tantos problemas que decía: no puedo más, no puedo más, no puedo más.
Porque la verdadera historia era que tenía problemas, le iban a quitar la casa, le iban a quitar todo, la empresa, todo lo que tenía. Entonces dijo:
“Voy a hacer una promesa, si salgo de este apuro y puedo arreglarlo todo, y salvo la casa prometo que todo el dinero que venda la casa, la daré a los pobres.”
Entonces cada día era más difícil para él, porque veía que los problemas se le acumulaban, no tenía dinero, y dijo pues: tengo que vender la casa.
Pero prometo que si la vendo, daré todo el dinero a los pobres.
¡Y un ángel lo escuchó!
Y ese ángel hizo todo lo posible para que pudiera venderla. Entonces el hombre puso en venta la casa. Había un letrero que decía: La casa la vendo por 5 monedas, 5 monedas, 5 monedas.
Y en 100 mil monedas vendo a mi gato.
Pero todo va incluido, el gato y la casa. Quien lo compre tiene que comprarlo todo junto, no puedo separarlo.
Y uno de esos días afortunados paso un matrimonio y dijo:
“Que casa mas hermosa. Por 5 monedas, la compramos.”
Y le dijo el esposo: “Pero también está el gato” dice “es que va todo junto”
“Pues compramos todo junto”
Así que fueron a ver a este señor y le dijeron: “vamos a comprarle la casa y el gato.”
“Muy bien”
Y le dieron 100 mil monedas y 5 monedas. 100,000.05
Entonces el hombre como había hecho la promesa, cogió las 5 monedas, es decir vendió la casa por 5 monedas y esas 5 monedas las dio a los pobres, y las 100 mil monedas! Se las guardó para él.
Pero más tarde el ángel le habló a su conciencia y le dijo: “una promesa es una promesa, has mantenido tu promesa?”
Y el contestó:
“sí, dije que el precio de la casa lo daría y las di, las 5 monedas”
¿Y el resto?
Las promesas hay que cumplirlas, si no se cumplen, tarde o temprano viene la causa y efecto. Y ese hombre engañó su conciencia pero se engañó a él, porque después, ya no podía dormir.
Ha habido un curso muy hermoso, han hecho un trabajo todos los alumnos, excepcional y han cerrado ciclos y han liberado a muchísimas almas y ellos mismos se han quitado un peso de encima y han empezado una nueva vida.
“Ah! Si, se me olvido, ya lo haré mañana.”
“No pensé”
Con todo mi amor,
La Jardinera