November 21, 2021

Felicidad día a día

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🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis Queridas Semillas,

En Europa nos preparamos para el invierno, y apreciamos mucho los últimos rayos de sol ¡que son una alegría para nuestros corazones! Y estamos rodeadas de gatitos, tenemos muchos y ellos también aprovechan para tomar el sol.

El gato es uno de los animales a los que más les gusta el calor. Y si os fijáis veréis que siempre están acostaditos, tomando el sol - aquí en Europa - En vuestros países, mis amadas semillas, buscarán la sombra, como cosa normal, pero aquí el sol.

Y están jugando, hay dos pequenitos: fifille, que quiere decir niñita pequeña o bambina, o criançay el otro: Mimosin es un siamés. Está la Titina, también siamesa, está Mimi, la pelirroja y por el momento están todos, a veces esta Estelina que es un gato romano, y otras veces está Izota que es toda blanca, toda, toda blanca y antes estaba Samanta y la lista es mucho más larga pero nos pararemos allí.

gatitos

¡Aaaah! Hay una especial, es verdad que ahora está confinada que se llama ¡Ratette! ¡Hay la Ratette! Es toda negrita y sus ojitos verdes, pero está confinada, ahora no puede salir, ni a jugar a la calle, ni jugar con la piloteta, bueno, puede jugar con su pupette, eso sí. Y tiene una amiguita, una amiguita, que es una perrita muy bonita, muy bonita y digamos, se toleran, se toleran.

Porque la Ratette en principio acepta a la perrita pero no son amigos muy especiales, pero se toleran. Así que vamos a hablar de gatitos.

Uno de estos gatitos pequeños, tiene solo unos meses, estaba en frente de el gato mayor y la gatita mayor también: Titina que debe de tener unos 12 años.

El gatito pequeño estaba dando vueltas porque quería morderse la cola, su colita, y daba vueltas, vueltas y estaba atrapándola, ¡y casi la cogía! Pero no podía, y cuando se cansaba se paraba un poco, respiraba: ¡ah, ah ,ah! y después otra vez a correr detrás de su rabito, su colita o rabo, a correr de nuevo y el gato mayor lo miraba lo miraba y decía:

“Ya se cansará, ya se cansara.”

Pues no se cansaba, no se cansaba.

Pero un día el gato mayor le dijo: “mira, voy a hacerte una pregunta, ¿por qué siempre quieres cogerte la cola? ¿Por qué vas detrás de tu cola? ¿No ves que nunca podrás cogerla?”

“Pues sí”

“Pues no, es imposible”

“Pues no, yo lo conseguiré”

Y continuo, continuo, al día siguiente el gato mayor le dijo:

“hijo, quiero darte un consejo: no te canses, porque toda tu vida darás vueltas para querer coger tu cola pero no podrás, así que no lo intentes más, ¡es imposible! Te lo he dicho y te lo repito.”

Y le dijo:

“Pero porque es imposible, no hay nada imposible, ¡todo se puede conseguir! ¡Todo se puede realizar! He hecho muchas cosas que eran imposibles y he tenido muchísima suerte.”

El gato mayor lo miro y le dijo:

“La suerte sí, nunca te faltará, pero la cola nunca la cogerás porque cuando yo era pequeño también hacía ese juego y me gustaría saber ¿por qué lo haces?”

El gatito le dijo:

“Es que mi felicidad es poder un día coger mi cola, por eso la persigo, y sé que un día la cogeré y será el día más feliz de mi vida.”

El gato mayor le dijo:

“Mira, he jugado muchas veces a tu edad y nunca pude atraparla. Pero la vida me ha enseñado algo y te lo voy a transmitir: que ahora, cuando ya me cansé de querer ir detrás de mi cola y cogerla, porque también creí que era mi felicidad, pues el tiempo me ha aprendido y me ha enseñado que ahora acepto los días como vienen, el tiempo como es, para ser feliz y, ¿ sabes cual es la razón?

Que cuando voy andando, ahora es mi cola que me sigue, y allí donde voy ella siempre viene conmigo, ya no tengo que ir más detrás de ella. Ya no corro para atraparla, al contrario, por mucho que corra siempre está mi cola a mi lado y siempre está detrás de mí. Entonces como se que no la perderé, y que no me dejará y que hace parte de mi, que mas puedo esperar, pues vivir y ser feliz, y esa es la felicidad, olvidarte de todos tus problemas, olvidarte de las ansiedades, olvidarte cual sea tu preocupación, pero si sabes que es tu cola, haz como yo, que ella te siga y que la felicidad, aprovechala día a día porque cada día que pasa, no podrás atraparlo, se va y no vuelve.

Mientras que tu cola nace contigo y estará contigo hasta el último momento.”

Entonces el gatito le miró y le dijo:

“No había pensado! Es cierto! Cada vez que pasas te admiro porque detrás de ti siempre van muchas gatitas, hay otros gatos, pero tu eres el más hermoso, el más grande y tu cola es magnífica y es cierto que a veces la mueves, la levantas y siempre está a tu lado pero tu pasas primero, voy a ser igual, y quiero ser feliz, no quiero más preocuparme, ahora haré como tu.

Y así fue como aprendió el gatito su primera lección, que la vida no es solamente pensar en algo, o en una felicidad, si no que la felicidad tiene que venir a ti, cuando es el momento, cuando lo mereces, o cuando te es destinado.

La felicidad puede ser un instante, puede ser ir a ver una película, puede ser tener un buen amigo, puede ser dar un consejo, un tratamiento, ayudar a esa alma, trabajar en el hospital y luchar por todas esas vidas, esa es la felicidad y esperar poder tener tu papel tan esperado y por fin decir, ya soy feliz, ya no tengo que buscar más nada, porque tengo todo.

Así que mis semillas vamos a hacer como este gato, no vayamos más en busca de la felicidad, miremos lo que tenemos alrededor y sobre todo pensemos en lo que queremos porque en el momento menos esperado llega esa felicidad. Y no siempre es lo que deseamos sino que el Universo nos ofrece, lo que nos da, lo que nos regala! es tan maravillosa la vida, con sus pros y sus contras pero es tan maravillosa! Y sobre todo aceptar, lo que te da el día a día y ¡Obedecer a Dios!

Muchas veces parece injusta cuando hay padres maravillosos y los hay, ¡maravillosos! Y sus hijos no les dan satisfacción o recompensas, o al contrario, abusan o no se acuerdan de ellos, hay que aceptarlo porque mañana llegará esa felicidad para los padres y la causa y efecto para los hijos. Porque ellos no lo piensan, pero llega, cuando menos lo esperan.

Siempre, siempre el Universo te da lo mejor y si no te lo ha dado, lo que esperabas, siempre hay una razón, porque la felicidad existe cuando ella quiere y cuando es el momento de llegar.

¡Os deseo mucha felicidad! Y no olvidéis: todos llevamos dentro un gatito, ¡claro! Que ese momento de mordernos la cola puede ser cuando ruminamos, cuando decimos: ¡no somos aptos! No sé hacer esto, no sé hacer aquello, o tengo la autoestima muy baja. O, porque me han dicho tal reflexión, o porque me critican o me juzgan, no, el problema no es de esas personas, el problema es de mirarnos a nosotros, si verdaderamente nuestra felicidad es creer lo que dicen los otros o pensar lo que somos nosotros.

Y si somos hijos de Dios, somos almas grandes, puras y muy grandes, y lo más importante es transmitir esta Enseñanza que ha venido para estos dos años que han pasado, que no se repetirán pero que tenemos que estar muy vigilantes.

¡Animo mis semillas!

Con todo mi amor,

Vuestra Jardinera.

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