December 11, 2021

Fuerza y Fe

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🎧Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis queridas semillas,

Hoy comparto esta historia que es curiosísima. Muy curiosa, comprenderéis al final que quiere decir “Tan curiosa”. La historia del niño que después se transformó en un gran hombre es auténtica. Es auténtica.

Las otras, en toda mentira hay verdad y en toda verdad hay mentira así que a cada quien de comprender y sacar sus conclusiones. La de hoy, también me gusta porque tiene su lado curioso.

En Qatar, Arabia Saudita, ya saben que es ahora de los países más ricos, más poderosos, más petróleo, más todo. Todo a lo grande. Pero hace unos años, siglos, era lo contrario. Vivían muchos nómadas aunque existían reyes, sultanes, emires, grandes señores del desierto. Siempre han habido tribus, jefes y grandes reyes, desde que el mundo es mundo.

Es la ley siempre del más fuerte. Esta vez en el desierto el rey de una gran gran ciudad fue a visitar a una hija que vivía que se había casado con el hijo de un rey y vivía en otro, digamos, en otra ciudad, no muy lejos y se fue en camello y atravesó el desierto, una parte del desierto. Iba tranquilo en su camello y de pronto, a lo lejos vio algo que se iba acercando, y dijo:

No puede ser, ¿Que haces aquí? La peste. Y entonces contestó, mejor dicho, no quería contestar. Y le dijo: ¿¿No puedes contestar a tu soberano?? Le dijo el rey. Y la peste le contestó: Si, voy a tu ciudad. La más grande que hay en este desierto y voy a matar a 500 personas.

El rey le dijo: ¡No lo hagas!

- Es mi trabajo, me llevaré a 500 personas.

Entonces el rey le dijo: ¿Y, no puedes evitarlo?

- No

Bueno, el rey continuó su camino y la muerte se fue. El rey miró hacia ella pero no pudiendo hacer nada continuó y fue a hacer esta visita, se llevo unos días, estaba muy preocupado pero no quería que su hija lo viera triste entonces lo recibieron muy bien, estuvo feliz viendo como vivía con su marido, con amor, con respeto, con cariño y llegó el día que dijo: Me tengo que ir y volver a mi ciudad.

Se despidieron y de nuevo atravesando el desierto, se encontró de nuevo con la peste. Cuando llegó el hombre a su ciudad estuvo furioso, dio media vuelta y llamó a la peste y le dijo: ¡Mentirosa, mentirosa! Me has mentido, me dijistes que te llevarías a 500 personas y los doctores me han dicho que te llevasteis a 2000.

Entonces la peste lo miró y le dijo: Yo no miento, te dije la verdad, yo vine y me he llevado a 500 Almas, ni una más, ni una menos. El resto han muerto por el miedo. Cuando supieron que estaba la peste tuvieron tanto miedo de atraparla que murieron de miedo. Así que no te he mentido, fueron 500. Las 2000 es el miedo que las mató.

El rey se cayó porque le dijo la verdad y volvió de nuevo a su ciudad.

Mis semillas, qué curioso que hoy tenemos una pandemia, pues lo mismo, lo más atroz que puede haber, es tener miedo. Porque mata más el miedo que la enfermedad en sí misma. Sólo los que tienen fé y los que luchan, salen adelante. Y los que tienen miedo, se van antes de que les llegue la enfermedad.

Así que una vez más, mis semillas, seáis fuertes.

Que puede venir quien venga, no podrá tocaros. No podrá haceros nada, porque vosotros tenéis Fé. Tenéis fuerza y creéis en esa Luz tan grande que está dentro de vosotros.

Y cuando ponéis las manos, es esa misma Luz, que da la sanación, que da la respuesta, que da la seguridad a vosotros y a aquellos que lo reciben. Es el momento más hermoso. Creer en la vida y en Dios.

Llegan estos días de fiesta que tanto esperamos, ¡Durante un año! Durante un año, efectivamente, ha sido un año de sacrificios y ha sido un año muy duro. Pero este año vamos a recuperarlo porque vamos a abrazarnos, vamos a compartir esa cena, esa comida, lo que tengamos pero lo vamos a compartir. Como vamos a compartir abrazos con otras personas aunque no las conozcamos.

Al menos mandar besos con la mano, poder sonreír por la calle y aunque llevemos la mascarilla, que es obligatorio, y os lo pido, por favor que la llevéis. ¡Pero con las manos se pueden mandar besos!

Y aunque no se vean las sonrisas, los ojos que tenéis, son como estrellas del Universo, sonríen solos y trasmiten con la sonrisa vuestro amor.

Os voy a pedir, por favor, que miréis de nuevo vuestros armarios para recoger lo que tenéis de más.. Juguetes, peluches, aunque falten piezas, aunque sea un peluche que esté roto. ¡No importa! Llevarlo a los hospitales para esos niños, para esas personas que no tendrán nada, llevarlo a los hospitales, especialmente los que vivís en América.

Llevar a los niños que tienen cáncer, llevar a los adultos que saben que tienen pocos días. Pero les puede alegrar esas horas con algo ya usado que tenéis o que yo no os lo ponéis. ¡Hacerlo!

También os dije, que hagáis cosas manuales. ¿Sabéis lo que hice el otro día? Para una amiga muy especial, una vez que se había comido un mango, la cáscara la recogí, la llené de tierra y puse un arbolito y una flor. Que representa un bonsai.

¡Hacerlo vosotros! Que ahí tenéis flores maravillosas, entonces, ese cuenquito del aguacate, parece un cuenco. Entonces lleno de tierra si le ponéis una ramita de lo que sea, enseguida echa raíces. Yo aquí le puse tomillo con una forma de bonsai, pero vosotros podéis ponerle esas flores tan bonitas o una hoja preciosa con una flor y ese es un regalo.

Con lo que vais a economizar ofreciendo este regalo que no os costará nada, esa persona será feliz, porque será de vuestra familia, pero con ese dinero, comprar un peluche a un niño que tiene cáncer o que tiene una pulmonía o que tiene una infección o que tiene una enfermedad o que se ha roto una pierna y no podrá salir del hospital.

O a pobres que jamás en su vida han tenido un dulce, hay mucha gente así. Ir durante el día, si vais a calles peligrosas, aquí en Europa, ir a los sitios en donde viven pobres, que ya lo sabéis, hay muchos pobres.

Somos más los pobres, que los ricos, entonces, recordar, un yogur, cuando lo terminéis, no lo tiréis. Forrarlo con un papel que tenéis, os han regalado algo. No tiréis los papeles, Servidora lo guarda todo, recoge esos papeles y después, forra el yogurt o de telas. A veces hay un trocito de tela que ha sobrado o una sábana vieja que habéis hecho trapos. Lo cortáis y lo pegáis alrededor del yogurt y ahí podéis hacer con flores secas una decoración muy bonita para ponerla en la mesa. Con flores secas o flores frescas. O podéis también llenarlo de tierra y plantar una plantita.

Poner una flor y ofrecerla, lo podéis hacer. ¡Hay tantas cosas que podéis hacer estos días! Y mirar bien, otra vez más, lo que no os habéis puesto el año pasado, ponerlo en un paquete e irlo a llevar, ya sabéis donde vive la gente pobre, necesitada o los que están en la calle.

Hace años en Italia, mandé este mismo mensaje y una de las semillas dijo:

¡Jardinera! Ya lo he hecho, he llevado cobijas, copertinas, mantas, mantitas y también he llevado brodo, caldo o chocolate caliente o café caliente o con leche. Me hizo mucha ilusión, mucha ilusión. Se llama Samurai, quizás no querrá que la nombre, pero me gustó.

Entonces, vamos a hacer igual este año, vamos a regalar lo que tenemos de más. O lo que podamos hacer con nuestras manos. Os ha llegado un mensaje que habéis comprendido muy bien, recordar, el niño hiperactivo.

Copiarlo, copiarlo,

Un abrazo muy fuerte y una vez más,

¡Felices fiestas! Tomar los dulces, pero sin pasar.

Tomar ese elixir que lleva unos grados pero a dosis homeopáticas y comer lo que justo el estómago pide porque estará satisfecho y feliz. Si no puede ser que hayamos comido un poco de más pero después tenemos que hacer gimnasia y deporte.

Un abrazo muy fuerte,

Recibir la sonrisa, recibir el amor, recibir todas las flores y los rincones de la Rosa des Pyrénées, esa cascada tan bonita en el lago de Buda.

Ya veréis cuando lo veáis, os encantará.

El rincón del monje, el rincón del ying y el yang, el rincón de las reflexiones, es un lugar mágico para vosotros.

Con todo mi amor,

La Jardinera, ¡os quiero y os amo!

¡Y a sonreír y besos!

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