Alma de mi Alma

🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis queridas semillas,

¡Hoy doy las gracias a mi madre, Gracias madre!

Amada y querida, me has llevado 9 meses dentro de tu vientre inmaculado. 9 meses que hemos compartido juntas, 9 meses que me has dado ese alimento, 9 meses que has llevado ese peso contigo. Que has continuado a trabajar, a limpiar tu casa, a alimentar a los tuyos, a lavar la ropa, a tender, a planchar, a hacer las compras, a no olvidar a ninguno, ni tan siquiera el gato, el perro, las plantas, las flores. Siempre te has acordado si uno de tus hijos tenía que dormir unas horas más, si necesitaba unos zapatos o unas botas, si había tenido gasolina o dinero para comprarla.

Madre, siempre estás pensando en todos. Y ese plato de lentejas, que sea el más bueno. Pero, sobre todo, he hecho parte de ti durante 9 meses, 9 meses. Y me has hecho sentir esa estrella que era única, Única, no había nadie más.

Y te pregunté: Madre, ¿Cómo se llama este objeto donde estoy dentro? El doctor dice la placenta, pero no se cual es su definición. Y oí una voz dulce, amable y tierna que decía así:

Alma de mi Alma, Ser de mi Ser.

Eso que llaman placenta es el Universo, o una matriz. ¡Mira alrededor tuyo! ¡Y por la primera vez, me abrió los ojos y vi las estrellas y vi el firmamento y vi los Seres de Luz y vi los ángeles y vi una Luz tan grande! ¡Que brillaba tanto, que no podía ver! Me quemaba, con una dulzura y un calor infinito, ¡Qué cosa tan maravillosa que nunca había visto, ni veré, hasta que no llegue el final!

¡Ay maravilla! ¡Yo quiero vivir aquí! ¡Yo no quiero salir! ¡Yo quiero estar contigo! ¡Yo quiero hacer parte de ti toda mi vida! Y la misma voz, con su dulzura y su amor, las mismas palabras dijeron:

Llegará el momento donde tienes que salir, vivir y ser feliz. Pero la felicidad no será la misma y serás tú quien tendrá que creártela.

Será el momento de crecer y alimentar tu Alma. Hoy estás con el Universo y naces de las estrellas, tú eres esa parte de las estrellas. Eres una estrella dentro del firmamento. Tendrás que compartir en este planeta llamado Tierra. Hay otros planetas, tú has elegido este.

Y en ese momento tan hermoso, que compartía con el Ser más divino de mi vida que era la Madre, Madre de los Cielos, Madre del Firmamento, Madre Inmaculada, Madre de Guadalupe, la Morenita. Madre de Lourdes, Madre de Fátima, Madre de todas las aparecidas.

En ese momento abrí una puerta, ¡Yo no quería salir! Quise cerrarla y hasta empujé con mi cabeza, mi cabecita pequeña, empujé, empujé, porque no quería que se abriera, ¡Yo estaba feliz! Con mi madre. Pero la puerta se abrió y entonces unas manos dulces me ayudaron, pero había un Ser que ya conocía y era el Ángel de la Guarda. Ese me recibió en sus brazos y me abrió los ojos y comprendí que un nuevo mundo se abría delante de mí, ese mundo del que me había hablado esa voz dulce, serena y amorosa era en el que yo tenía que buscar mi felicidad.

Pero no era el mundo feliz, era yo quien tenía que buscar la felicidad ¡y así fue! Con mi Ángel de la Guarda, que le pedí:

Guárdame siempre, acompáñame, porque quiero ser feliz.

Es un homenaje para el día 8 de diciembre que no os lo mandé, mis semillas amadas, el 12 de diciembre que no lo mandé, mis semillas de amor de México y de todo el planeta. Pero también es un homenaje a todas las madres, porque todas lo habéis llevado en vuestro seno. A esos seres especiales que habéis amado y llevado durante 7 meses, a veces 6, otras veces 9 meses. Pero que han estado dentro de vosotras y os recuerdo, que solo es amor, dulzura, Luz y una plenitud de serenidad eterna, como la Luz, eterna.

¿Qué mejores palabras podría deciros para alimentar vuestra Alma? Ahí se esconde la felicidad. Alimentar vuestra Alma, esa es vuestra felicidad, porque vuestra Alma es donde está el amor, la paz, la humildad y el compartir.

El cuerpo ya sabéis que es materia y ahí es donde está la mentira y el engaño, y donde os dejáis llevar por otros caminos. Recordar a vuestra Madre Celeste y veréis que tendréis esa dulzura, ese amor.

Y estrellas sois y a las estrellas volveréis.

Con el amor de esa madre,

Vuestra Jardinera,

Que os lleva siempre en el corazón y os desea que continuéis a alimentar vuestra Alma.

Encender una Luz, una vela, ofrecerla al Universo porque ahí está todo. Ofrecer a esa Madre de los Cielos, tenga el nombre que le deis. Pero será Universal y será para todos aquellos que no tienen madre, que no tienen techo, que no tienen nada, como esa niña. Pero que vosotros le daréis y que compartiremos,

Con todo mi amor,

La Jardinera.