Antidoto del miedo: el amor

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Mis queridas semillas,

Ayer hubo una conferencia en México, la primera de la cual estoy muy, muy, muy, orgullosa, la dieron el maestro Ruben y Raul.

¿Cuál fue el tema? Pues muy sencillo, la pregunta que se pone en las primeras noticias que dan en la televisión, en los diarios, en las revistas. Hay jóvenes que se han suicidado, hay personas de cierta edad que se han suicidio, pero cada dos horas hay un suicidio, cada dos horas hay un suicidio. ¿Qué pasa?

¿Cuál es la razón? ¿Por qué se suicidan los jóvenes y también los menos jóvenes?

Hubo un testimonio de una joven maravillosa, ¡maravillosa! que abiertamente con su corazón dijo, he pasado un periodo muy malo después de la pandemia, pase un periodo fatal y pensé en suicidarme. Y lo tenía todo preparado, no quería ver a nadie, no quería escribir, insistían, me llamaban, no quise saber nada.

Pero como ella, muchísimos, muchos, muchos, chicos y chicas, iguales. Y continúan suicidándose, hay una mamá que vino para Navidad, a pasar aquí las fiestas, la trajeron unos amigos y preguntó:

¿Por qué? Tenía dos hijas, 13 y 14 años, primero se suicidó la primera, la mayor y un mes después se suicidó la pequeña. Eran felices, es una familia económicamente alta, no había ningún problema, estudiaban bien, aparentemente no había nada. Y la madre continúa preguntándose: qué ha pasado? Porque lo han hecho.

No tenían motivos tampoco de amor, ni de compañeros ni de tampoco amigos especiales. ¿Por qué? ¿Por qué se quitan la vida? Porque hay tanta gente que se la quita?

Por miedo. Por miedo.

Lo repetiré mil veces, por miedo, mis semillas, por miedo. Y el mejor antídoto sabes ¿cuál es?

El amor.

El amor es el antídoto frente al miedo, diréis Jardinera siempre me repites lo mismo. Y es muy sencillo, acordaros cuando erais niños, siempre siempre hay un momento donde nos encontramos invadidos por el miedo. Y cuando tenemos miedo dejamos de jugar, nos escondemos, ¿no os ha pasado? A mí sí.

Llora y siempre buscamos un refugio, o se busca un refugio, mirar a los niños y a nosotros también lo hemos hecho. En cambio si estás alegre, te acercas ¡y vas a todo! Porque tienes la curiosidad, que es una forma de expresar ¡el amor por lo que te rodea! Y también buscas relaciones, o deseas relacionarte.

Porque siempre necesitas constantemente nuevas formas de disfrutar, eso ya desde niños, mirarlos, que habéis estado en la escuela. Cuando tenéis miedo vais a un rincón y os ponéis a llorar, eso ha pasado muchas veces porque piensas que ya no te quieren porque piensas que eras la apestada o el apestado o el bullying. Y cuando estas bien, buscas, a jugar, a buscar amigos, y aunque hemos continuado a crecer, funcionamos de forma muy parecida.

Por ejemplo cuando tenemos el fracaso o nos inquieta el futuro, porque ahora es el futuro, algo muy frecuente en la época de la incertidumbre, porque eso también es una palabra, ¡incertidumbre! Qué quieres: no sé.

Nuestro impulso innato es de descubrir, disfrutar y acercarnos abiertamente a los demás, pero todo queda paralizado, nos envejece más la cobardía, y lo voy a repetir, aunque vosotros no queráis reconocerlo, pero nos envejece más la cobardía, y os digo que lo vivo cada día.

Delante de mucha gente que el tiempo los años solo nos arrugan la piel! Y creerme, que la mía es un pergamino, pero el miedo arruga el alma y no os dais cuenta. ¡Nos envejece más la cobardía porque no nos atrevemos a enfrentar la responsabilidad y la verdad! Cuando queráis os doy ejemplo.

La cobardía es lo que os envejece, el tiempo y los años solo arrugan ¡la piel! Y claro otros temas, dolores, reumatismo, etcétera.

Pero el miedo arruga el alma.

¿Cómo revertir este estado y recuperar la expresión y la plenitud?:

“Mirar esas flores!”

Cuántas veces os he dicho: la plenitud de una rosa, de una flor, simplemente el amor, es el mejor antídoto. Esta emoción que nos expande, que nos devuelve la paz, esa paz interior, y nos despierta la alegría y nos permite volver a confiar en nosotros.

Hago un hincapié, nos falta confiar en nosotros porque no tenemos fe, decimos que tenemos fe, pero no tenemos fe. Y hay que tener, y confiar en lo que nos rodea y sobre todo en la vida. A diferencia de lo que puedas pensar, esta emoción no se encuentra fuera de ti, si no en tu interior, cuantas veces tengo que repetirlo. Basta con detenerse y tomarse el tiempo de escucharte para descubrirla, en medio del movimiento y del caos que está ahora, la calma sigue en tu interior.

Renuncia a correr, siéntate a respirar, tranquilamente, esta parada permite identificar los miedos, conocerlos, ¿de qué tenemos miedo hoy? ¡De no llegar a terminar bien el trabajo de todo el día! Tranquilos, respirar, si queda algo lo haremos mañana. ¿De qué tenemos miedo? ¿De que no paramos, y estamos cansados? Miremos bien en que tenemos el tiempo.

Una de las cosas que la gente no quiere comprender es que hay que tener una disciplina, esa disciplina es necesaria para la hora de la comida, la hora de la siesta, la hora del descanso, la hora de divertirse. Y para eso los miedos hay que conocerlos, acompañarlos, no se trata de castigarse, por sentirlos, muchas veces se tiene culpa, no, la culpa no existe.

¡O rechazarlos! Si no de abrazarlos! Cómo lo hacemos con el niño, que está asustado. Os he hablado al principio, que hace el niño cuando está asustado, tiene miedo se esconde, no habla! Pues hay que abrazarlos, solo así podréis controlarlos, dominarlos, todas nuestras decisiones, y nuestra vida.

Otra pregunta:

Seremos capaces de conocer ¿cómo es nuestra auténtica naturaleza? Y podréis descubrirlo, además de libertad, os llevará al amor! ¡Hacia vosotros mismos! Es la forma en que podemos permitirnos hacer lo que necesitamos! Sin importar lo que otros digan o hagan. Muchos estáis condicionados con: que pensaran? ¿Qué dirán? ¿No puedo hacerlo? Que van a decir?

No tiene que importaros lo que digan o lo que hagan. Es elegir el amor, y desafiar el miedo porque cuando tenéis esa duda tenéis que tener esa fuerza de desafiar como cada día os he dicho. Desafiar el reto, dar amor, compartir amor, y realizar vuestro sueño. Asegura la autora, claro está, que sois vosotros mismos.

Tenéis que ser autores de esa libertad. De quitaros el miedo, de ser fuertes, y desafiar cada día el reto. Es el verdadero coraje el que os llevará a sentiros en paz con vosotros mismos y sobre todo amarnos sin exigencias ni posesión.

Muchas veces lo he repetido cuando amamos, ¿es querer poseer? ¡no!, ¡no! Es sentirnos en paz.

Amarnos sin exigencias, y es nuestra autoestima, ahí donde reside el amor incondicional, sin más, cuando te amas a ti mismo dejas de encontrar motivos para luchar, sufrir y entrar en conflicto con la vida. ¿Por qué buscar los conflictos? por qué no queréis buscar la puerta de salida, en vez de cerrar esa puerta. La persona que no abre esa puerta no puede ver más allá y la solución es quitarse la vida.

No podemos. Los que creen en la reencarnación les está prohibido porque tendrán que venir a reencarnarse millones de veces. Para los que no creen otras religiones que no creen, la reencarnación es un pecado. Y para los humanos es una tristeza muy grande porque no saben lo que puede suceder, lo que pueden obtener. Más tarde puede ser que les toque la lotería, puede ser que encuentren el alma gemela, puede ser que realicen ese sueño que siempre han deseado. Mientras que no terminéis vuestra misión no lo realizareis.

Enamórate del lugar en el que estás, eso es la vida, recuerda que el amor auténtico no entiende de etiquetas y muchos piensan si tuviera dinero, si tuviera prestigio. No os equivocáis, el amor no entiende de etiquetas, amar de forma completa y sobre todo incondicional es amar más allá de toda noción. De correcto o equivocado, de bien o de mal, de esto, de aquello. De tí o de mí.

La práctica de la meditación, acerca a este estado, y no a la dualidad, en el reina la aceptación y la obediencia que siempre diluye las divisiones internas de nosotros mismos, y nos une estrechamente a los demás y a la vida.

Si quisierais comprender la vida, que maravilla es la vida. Y si meditáis cada día, es una forma de amar, esa forma de amar, practicarla cada día porque la compartís con lo invisible y lo visible. Con los que están cerca de vosotros y los que están lejos porque la vibración llega, el amor llega más allá de lo que pensáis.

Siempre hay que amarse así mismo, tal como eres.

Empieza por amar tu cuerpo, tus emociones tal como soy, sobre todo tienes que creerte que eres perfecto, tal como eres. Tal como eres, quiere decir todo.

Siempre pensamos que el amor llegará un día a nuestra vida para transformarnos por dentro hasta devolvernos la confianza y la plenitud.

Nada más lejos de la realidad.

Si no me quiero no podré querer porque me instalaré en la necesidad y en la exigencia de ser amado.

Esto siempre suele pasar mis semillas siempre esperamos que nos amen pero ¿nos amamos nosotros mismos? No, primero me encuentro mis defectos y no me gusta mi cuerpo, no me gusta mi cara, no me gusta mi pelo y no me gustan mis pies. Bueno hacemos un repaso, no. Empezaron por amaros a vosotros mismos y ser perfectos tal como sois. Y así podéis recibir.

Siempre os tenéis que poner como prioridad, que no es egoísmo si pensáis en vosotros, porque para dar y recibir amor, siempre estamos protegidos de encontrar relaciones tóxicas, de conductas dañinas. Implica darnos el espacio para equivocarnos claro está. Aceptar que tenemos ese derecho, y afirmarnos ante los demás.

¡De buscar nuestra felicidad!, aunque esto suponga recorrer un camino distinto, al que esperabais de vosotros mismos. Valórate, nunca nos valoramos lo suficiente. Y hay que adaptarse a ese valor, regalar halagos pero también recibirlos.

Servidora cuando da halagos son pocos, pero cuando los da, da todo su amor. Y hay que aprender a recibirlos, siempre decimos: no, no me lo merezco, si os lo mereceis. Confiar en que sois capaces de abrir puertas, y despertar muchas sonrisas. Y la vida veréis que os resultará muy fácil cuando hacéis del amor tu forma de vida, es posible amar. Todo el tiempo si uno elige hacerlo.

¿Qué es amar? Contemplar lo que hay alrededor vuestro, pueden ser las montañas aunque sean monótonas, pueden ser las mismas caras que vemos cada día, pueden ser las flores ¡cuando se inundan de perfume de aroma! Puede ser unos pájaros, como ahora que tienen frío y que buscan la comida desesperadamente, puede ser el río, puede ser mirar a un amigo, a una amiga y puede ser un abrazo, una sonrisa y puede ser estar seguro de vosotros mismos y tener confianza y tener fe.

SI tenéis fe habéis ganado. ¡Se ha terminado la pandemia! Repito: tenéis que recobrar vuestra vida normal, no tengáis miedo vivir luchar por la vida que vale la pena.

Pronto estoy ya en vuestros países, estoy preparando la maleta, y ¡vamos a levantar ese ánimo! esa esperanza, esa moral porque la vida continúa y tenemos que luchar por el amor no tengáis miedo por el amor.

Vuestra Jardinera