🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera
Mis queridas semillas,
Estamos en el rincón de las reflexiones. Es el rincón entrando a la Rosa des Pyrenées, todo es amarillo, tooodo es amarillo.
Hay cojines violetas, blancos y unas florecillas también color amarillas. El amarillo ya sabéis que es el color del sol, el color de la Luz. Y ese color es el que nos ilumina tooodo el camino, siempre, siempre.
Hemos elegido este rinconcito porque hace bueno, están los cerezos en su plenitud, las peras de San Juan ya han caído porque están maduras y las ciruelas aún están verdes, las manzanas también y la uva está empezando a crecer. La lavanda está florecida y nos da un perfume exquisito.
Este rincón es precioso, espero que lo disfrutéis.
Esta vez había dos jilgueros alegras, los jilgueros son unos pájaros cantadores. Se pasan toda la vida cantando y os expliqué que hace parte de esa familia, como el ruiseñor que anta toooda la noche y así, los bebes que está dentro del nido oyen el cantar de los padres y ya lo aprenden y lo reconocen cuando nacen.
Estos dos jilgueros, estaban alegres, volaban alrededor de los aires, miraban si había frutos, si había alguna flor, pero vieron un chopo, muy grande y hermosísimo. Evidentemente estaba al lado de un río y dijeron: Podemos tener comida y agua y allí se fueron.
El jilguero subió de tooodo del árbol y le dijo:
Amigo mío, desde este lugar se contempla todo el bosque y las hojas son verdes y brillan que parecen diamantes y su compañero jilguero se quedó abajo de todo en unas dos ramas que estaban juntas, se puso en una de ellas debajo del árbol y de allí contemplaba el río, los animales que pasaban, el ruido de la cascada y de pronto le dice:
¿Me has oído?
¡Desde aquí se ven las hojas verdes brillantes y hermosas! y el jilguero de abajo le contesta: “no, estás equivocado, porque yo miro las hojas y todas son blancas, blancas, blancas blanca! y dice: no, te estas riendo de mi verdad, ¿por qué bromeas? si sabes que es verde.
Te digo que no, yo las veo blancas. y dijo mira, voy a bajar, pero si de verdad no son verdes me juego las plumas de mi cola, ¡me las arranco todas!
y al bajar el jilguero se puso en esas ramas donde estaba su amigo y efectivamente las hojas del chopo tienen un color blanquecino, como si fuera una pelusilla y es blanquecina y entonces vio que tenía razón, que no se reía de él, que no se mofaba y que sí, de abajo se veía todo blanco. y así comprendió muy bien que se había jugado su cola de plumas pero que finalmente tenía razón.
Y eso pasa también en la cocina: muchas veces hacemos un buen caldo de gallina, de pollo o de pescado y marisco, y lo probamos y nos sabe suculento, buenísimo. y viene alguien y dice: huy le falta sal, y viene otro y dice es que está demasiado salado y nadie lo encuentra a su gusto, nadie porque cada quien tenemos un paladar, cada quien tenemos una mirada, cada quien vemos las cosas diferentemente y muchas veces no nos lo creemos.
Mis estrellas, os parece infantil este ejemplo, pero creerlo, es verdad, y si no hacer una prueba en vuestra casa. Decir cómo está el plato preferido vuestro, si está a vuestro gusto, si falta algo y veréis que nadie lo encontrara igual y allí estamos.
Que todos somos diferentes y todos tenemos una visión y un paladar diferente.
Espero que comprendáis que:
Con todo mi amor,
La Jardinera