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Mis queridas semillas
Está de moda, desde hace ya muchísimo tiempo, la medicina dulce, o la medicina paralela, esta medicina natural.
Nuestro organismo necesita las dos cosas, cuando hay enfermedades incurables tenemos que ir a la farmacia y al médico, evidentemente, pero cuando tengamos algún malestar o algún dolor, puede ser que con medicina natural que pasa muy bien.
Y, una vez había un alumno que le preguntó a su maestro, que le estaba enseñando las hierbas, todo lo necesario para curar las enfermedades (que sabemos muy bien que no existen porque todos es psicosomático), pero nos las provocamos para poder ayudar a nuestro cuerpo a reaccionar, si no, nos haría mucho daño
El alumno le dijo a su maestro:
Va a venir el señor Fulano de Tal, ¿qué le tengo que dar?
Dice: le tienes que aconsejar que tome zumo de granadas, que le va a ayudar muchísimo. Y dijo: muy bien.
Media hora después llegaba este señor y le dijo: Estoy enfermo, me duele mucho, tengo un dolor muy fuerte.
¡Tenga! Las granadas, tómeselas ¡y curará!
El hombre lo miró sin decir nada, cogió las granadas y se fue, ¡se comió todas las granadas! Pero volvió porque estaba enfermo. Entonces el alumno le dijo al maestro: maestro no comprendo, ¿qué ha pasado? Le di las granadas como usted me dijo, y no ha funcionado.
Entonces el maestro dijo: bueno espérate un momento que va a llegar otro cliente, llega otro cliente y dijo: T mírame y escucha. Llegó el cliente y le dijo:
Me duele mucho el estómago, no puedo dormir, me duele el cuerpo, tengo mala digestión. Entonces el maestro le dijo: ¿qué tal cómo está la familia? ¿Y cómo va el trabajo?
El buen hombre contestó, le dijo: van bien, el trabajo, vamos haciendo, hay unas veces más, otras veces menos y le iba preguntando.
Y cuando llegó el momento le dijo, son manzanas que necesita usted comer, y lo miró y le dijo: ¿manzanas?
Sí, le voy a explicar, la manzana, con una al día, es suficiente para tener buena salud.
La manzana ayuda al corazón, ayuda a hacer la digestión, permite que el sueño sea tranquilo y largo, y también le ayudará a todos los intestinos, limpia la boca, los dientes lo agradecerán y tendrá buen aliento. El paciente lo miró con una gran sonrisa y dijo:
¡Deme todas las manzanas! ¡Me las llevo! Se llevó las manzanas, se fue y san. Entonces el alumno llegó: sigo sin comprender, es que, ¿son diferentes la manzana y la granada?
Dijo, no, lo que son diferentes es el remedio, el medicamento que le has vendido es lo que le va a curar la mitad y la otra mitad es lo que le vas a hablar para convencerlo que es su creencia y sobre todo pensar que su enfermedad curará y eso dará el resultado positivo y sanará.
Entonces el alumno dijo: he comprendido la lección:
Comer más cosas sanas y naturales y no tengas tanto en cuenta los regímenes, ni los nuevos métodos, ni todo lo que os prometen, que no habrá resultado, si no tenéis voluntad y Fe en querer hacerlo, todo es el modo de empleo y de saber tratar a los otros, con todo mi amor.
Vuestra Jardinera