November 13, 2022

Resolver en equipo

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🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis queridas semillas,

Estamos en la iglesia de Cucugnan, donde está esta Madre de los Cielos, que siempre venimos a verla, que es tan hermosa y tan grande, que con sus brazos puede abrazarlos a todos y os manda que estéis bien de salud, que tengáis alegría, que nunca tiréis la piedra a nadie, porque si no estáis bien, la culpa no es de los otros la culpa siempre es nuestra, porque ella nunca hace daño.

Si no estáis bien y no sois felices, es porque algo no está bien en vosotros. Si no queréis a otras personas, y no amáis a Jesús o al Universo, es por que estáis mal vosotras mismas, vosotros mismos. No echéis nunca la piedra, no cerréis la puerta, porque el problema no es de los otros, es de vosotros mismos.

Lo que habéis aceptado, lo que habéis oído, no es la culpa de los otros. Sino de lo que habéis escuchado, no lo habéis aceptado, ni digerido, subrayado. Por eso este mensaje nos ayudará a pensar.

En un convento de Japón, taoísta, había dos monjes que estaban andando por el camino y se dirigían al jardín Zen. Y en el medio del camino uno de los monjes dice: ¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡No des un paso!

El otro monje lo miró y dijo: ¿por qué? ¿qué hay?

Mira debajo de tu pie, hay un caracol.

Y dice: no lo había visto

Por eso te lo digo.

Entonces el monje que había visto el caracol lo coge con su mano y dice:

Ves, si le hubieras puesto el pie encima lo hubieras matado y hubieras matado también las generaciones a venir, así que lo voy a coger y lo voy a depositar en la hierba, en el jardín.

Entonces dijo el otro monje: Gracias, te lo agradezco, no lo había visto.

Y de pronto el monje dejó el caracol en la hierba, que era el jardín del templo y justo uno de los monjes dice: ¡No! ¡No lo dejes allí! Se quedaron sorprendidos, los dos monjes se miraron y se quedaron sorprendidos y en shock. Y dijeron: ¿Por qué?

Porque el hermano que se cuida del jardín, ¡el caracol se comerá las coles, la ensalada, los tomates, las judías verdes y las cebollas!

Y entonces dijo el otro monje: ¿y qué hacemos con el caracol? Vamos a preguntarle al maestro.

Y fueron a preguntarle al director. Y le dijo: Director yo salve el caracol del pie del monje.

Y dijo: tienes razón.

Y después le contestó: y ahora lo iba a poner en el jardín para que coma hierba. Y el maestro le dijo: tienes razón

Y el tercer monje dijo: pero maestro, ese caracol, se va a comer las ensaladas y ¡todo lo que tenemos en el jardín!

Y le dijo: pues sí, tú también tienes razón. Los tres se miraron y le dijeron:

Maestro, no comprendemos, ¿por qué nos das la razón a los tres?

Porque la tenéis.

Ellos se miraron, no comprendían.

Y el maestro les comentó:

En este mundo somos muchos seres humanos y cada uno vemos el problema diferente, cada uno lo vemos diferente, por eso tenéis razón

Así que se miraron los tres, y aun hoy en día después de tantos años, están buscando la solución, ¿quién tenía la razón?

Mis queridas semillas, cada ser que vive en este planeta somos diferentes, y cada ser vemos un problema diferente, nadie lo vemos igual, pero nos gustaría tener siempre razón y la razón es para todos porque cada uno tiene su punto de vista.

Espero que vosotros encontréis una solución,

Con todo mi amor

Vuestra Jardinera

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