January 11, 2023

Generosidad con prudencia

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🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

En la calle, mis queridas semillas,

Había una perrita, ¡estaba gordita, gordita, gordita! Porque estaba embarazada y estaba pesada, pesada y ella estaba pensando: uy, pronto tendré que dar a luz a mis cachorriños, a mis cachorros, a mis perritos, entonces tengo que buscar un sitio donde pueda estar tranquila y puedan nacer, y cuidarlos.

La perrita estaba andando por todas las calles, entonces salió del pueblo y allí encontró un pastor, un pastor que estaba cuidando sus ovejas, ella se acercó a la casa y le dijo al pastor:

Quisiera pedirle un favor, ¿podría quedarme aquí unos días? Porque van a nacer mis cachorritos, mis perritos, y no sé dónde ir, quiero que estén bien guardados y no tengan frío.

El pastor dijo: ¡Claro que sí! Allí busca un lugar en el pajar.

¡No! ¡No! Me quedaré aquí en casa, buscaré un rinconcito y después me voy.

Bueno, quédate.

Y la perrita agradecida, salía, miraba las ovejas para ver si estaban todas listas, si habían entrado, y el pastor terminaba, entraba a su casa y veía a la perrita y cuando cenaba lo que sobraba siempre se lo daba y ella comía.

Llegó el momento donde nacieron ¡varios perritos! Unos 5 u 6 cachorros tenía, esos perritos pequeños estaban felices porque no llovía, no hacía frío y la perrita les podía alimentar. ¡Los cuidaba! Con mucho cariño y mucho amor y les daba su leche, a la perrita nunca le faltaba la comida, el pastor se iba con las ovejas, todo el rebaño de borregos, corderos, y ella se quedaba en casa con sus cachorritos, pero llegó un día donde esos cachorros se hicieron grandes porque tenía que irse.

Ya sabía que el pastor la dejo solo para que pudiera tener a sus hijitos y ella dijo: estoy tan bien aquí, no puedo irme, aun son pequeños. Pero cuando llegaron a ya ser grandes, que se defendían por ellos mismos, y ya eran perros grandes, ella dijo: bueno, ha llegado el momento donde tu pastor tienes que irte de tu casa. Y ¿por qué? Porque nosotros somos mayoritarios y necesitamos vivir en la casa, estamos bien, estamos muy confortables y tenemos todo lo que deseamos, y necesitamos.

Entonces no lo dejó entrar al pastor en su casa, tuvo que salir e irse al lado, al pajar, donde estaban las ovejas y dormir con ellas.

Mis queridas semillas, a veces tenemos confianza y no sabemos a quién, otras veces ofrecemos sin conocer y otras veces damos todo sin saber hacer las cosas bien hechas, o bien porque tenemos piedad o bien porque son perritas ya muy mayores, puede ser un perro muy viejo, puede ser un gato o una gata, entonces cuando tenemos caprichos lo queremos y lo aceptamos y ya cuando se hace mayor ya no nos interesa.

Pero resulta que ese perro se hace amo de la casa y te echa fuera y después, tenemos que reflexionar, muchas veces a nuestros actos, a lo que hacemos porque otras veces damos un trocito de pan y nos devuelve un lingote de oro, otras veces damos una sonrisa y nos devuelven un abrazo, pero siempre tenemos que estar vigilantes a lo que queremos o a nuestros caprichos o a nuestro corazón, si verdaderamente habla o actúa de corazón o simplemente es por hacer un buen gesto.

Cada semilla tirara su lección cada semilla sacará una buena historia y compartirá,

Con todo mi amor,

Vuestra Jardinera

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