🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera
Mis queridas semillas,
¡Hoy vamos a compartir otra historia muy bonita! ¡Os gustara!
En una ciudad había una chica ¡guapísima! Y todo el mundo la miraba, su pelo ondulado, morena, una piel blanca, sus manos graciosas, su cuerpo perfecto. Y estaba en la fuente llenando un cántaro de agua, agua fresca para llevarla a su casa, pues sus padres tenían la costumbre de comer siempre con agua, la más fresca que había.
Y estando sacando el agua de la fuente, llega un chico, era también muy guapo, apuesto y al llegar dijo:
“¿qué ven mis ojos? ¡La luna a tu lado no existe! ¡Eres más bella aún y más hermosa! Qué bonita y linda eres, me voy a casar contigo, quiero que seas mi esposa.”
Ella lo miro, le sonrío y sus ojos eran tan bellos que hablaban solos entonces le dijo:
“Mira, voy a decirte algo, sabes tú la plaza del pueblo, pero más abajo, eh, ya cuando vas saliendo, te vas a encontrar una fuente y en esa fuente hay una chica mucho más bella que yo, yo no soy digna de ser su sierva, es decir de ser su sirvienta.”
El chico la miró y dijo: ¡no puede ser!
Te aseguro que sí, ves a verla, ya verás que no te miento, es guapa, linda, simpática, mírala.
El chico se dio media vuelta y se fue corriendo, corriendo, corriendo a la otra fuente para ver si era como había dicho, mucho más hermosa y más guapa.
Cuando llegó el chico a la fuente encontró unas ancianas que estaban lavando su ropa y también recogiendo agua. Y la chica hermosa de la fuente comentó:
Que feas son las verdades, ¿verdad? Le dijo al chico.
Y bajó la cabeza.
Que pronto te has olvidado de mi belleza y de mi ser.
Las mentiras son muy feas, muy feas. Lo que es bonito es la lealtad, ser leal, y hablarse siempre con la verdad. Y tú has mostrado que eres infiel, que no se puede fiar en ti y encima que eres mentiroso, así que el chico se cayó.
La chica reía tanto, tanto, que enseguida vino la gente a preguntarle: pero, ¿qué pasa?
Y ella continuaba sonriendo, pero al chico no le gustó que le dijeran las palabras que oyó
¡Qué feas son las mentiras! Y qué hermosa es la verdad.
Tenía razón la chica, la verdad es hermosa, aunque duela, y la mentira es falsedad.
Allí termina esa historia, al galán nunca más lo vieron. Aún continúa yendo y buscando a ver si puede encontrar otra igual.
Que pronto había olvidado. ¡Y quería casarse con ella! Tener cuidado, las palabras son muy bonitas, pero siempre es aire y el viento se las lleva y los hechos son amores, y no buenas razones.
Con todo mi amor,
La Jardinera