March 11, 2023

Lealtad y verdad, binomio perfecto

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🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis queridas semillas,

¡Hoy vamos a compartir otra historia muy bonita! ¡Os gustara!

En una ciudad había una chica ¡guapísima! Y todo el mundo la miraba, su pelo ondulado, morena, una piel blanca, sus manos graciosas, su cuerpo perfecto. Y estaba en la fuente llenando un cántaro de agua, agua fresca para llevarla a su casa, pues sus padres tenían la costumbre de comer siempre con agua, la más fresca que había.

Y estando sacando el agua de la fuente, llega un chico, era también muy guapo, apuesto y al llegar dijo:

“¿qué ven mis ojos? ¡La luna a tu lado no existe! ¡Eres más bella aún y más hermosa! Qué bonita y linda eres, me voy a casar contigo, quiero que seas mi esposa.”

Ella lo miro, le sonrío y sus ojos eran tan bellos que hablaban solos entonces le dijo:

“Mira, voy a decirte algo, sabes tú la plaza del pueblo, pero más abajo, eh, ya cuando vas saliendo, te vas a encontrar una fuente y en esa fuente hay una chica mucho más bella que yo, yo no soy digna de ser su sierva, es decir de ser su sirvienta.”

El chico la miró y dijo: ¡no puede ser!

Te aseguro que sí, ves a verla, ya verás que no te miento, es guapa, linda, simpática, mírala.

El chico se dio media vuelta y se fue corriendo, corriendo, corriendo a la otra fuente para ver si era como había dicho, mucho más hermosa y más guapa.

Cuando llegó el chico a la fuente encontró unas ancianas que estaban lavando su ropa y también recogiendo agua. Y la chica hermosa de la fuente comentó:

Que feas son las verdades, ¿verdad? Le dijo al chico.

Y bajó la cabeza.

Que pronto te has olvidado de mi belleza y de mi ser.

Las mentiras son muy feas, muy feas. Lo que es bonito es la lealtad, ser leal, y hablarse siempre con la verdad. Y tú has mostrado que eres infiel, que no se puede fiar en ti y encima que eres mentiroso, así que el chico se cayó.

La chica reía tanto, tanto, que enseguida vino la gente a preguntarle: pero, ¿qué pasa?

Y ella continuaba sonriendo, pero al chico no le gustó que le dijeran las palabras que oyó

¡Qué feas son las mentiras! Y qué hermosa es la verdad.

Tenía razón la chica, la verdad es hermosa, aunque duela, y la mentira es falsedad.

Allí termina esa historia, al galán nunca más lo vieron. Aún continúa yendo y buscando a ver si puede encontrar otra igual.

Que pronto había olvidado. ¡Y quería casarse con ella! Tener cuidado, las palabras son muy bonitas, pero siempre es aire y el viento se las lleva y los hechos son amores, y no buenas razones.

Con todo mi amor,

La Jardinera

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