🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera
Mis Queridas Semillas,
Hemos venido a meditar en la yurta, es una tienda que viene de Mongolia, redonda, recubierta de piel de oveja y de yac, muy bonita al interior, dorada y roja, es preciosa, preciosa y se está muy bien.
El techo está abierto y se ven las estrellas, y la luna, hay luna nueva, llena, luna llena.
Las emociones, el mar, las montañas, todo se mueve, todo, cuando la luna está llena remueve lo más profundo de los mares, en todo el planeta y hace que las fallas se muevan y todas las montañas, sobre todo las más altas como de Perú, el Himalaya, todas, los Pirineos, se muevan. Y es allí donde se producen catástrofes, todo por la luna.
La luna, ese astro tan maravilloso, que inspira poetas, que inspira el amor, y que hay que contar nueve lunas, para que nazca una vida, nueve lunas, el nacimiento.
Pero ¿qué somos en realidad? ¿De dónde venimos? Únicamente un átomo, una pequeña célula, insignificante, que se hace grande, que se alimenta de otras células, y que va recubriendo el átomo, ese Átomo Divino. Y de pronto nos encontramos en los brazos de la madre, reconociendo y descubriendo algo que ya hemos oído, y que no habíamos visto.
Qué descubrimiento más hermoso, porque son los primeros sonidos, es música, y cuando los ojos se abren, todos los bebés tienen un color azulado, porque no ven bien, pero cuando van descubriendo las facciones, las primeras son de la madre y el padre, de sus hermanos.
Y lo primero que hace es sonreír o sorprendido, llorar, pero si llora es que tiene hambre.
Somos tan parecidos a los animales, que nuestro cuerpo es animal, solo nuestra Alma es lo que nos distingue, y nuestra Memoria Universal.
Desde este techo de cristal, se ven las estrellas, cuando una estrella explota, es porque ya ha llegado a maduración, igual que los hombres y los animales, han llegado a maduración y son las estrellas que se llaman rojas. Las amarillas, las más jóvenes, las azules, jovencísimas, y las rojas ya han llegado al final. Una vez que han explotado, se van a reunir de nuevo, junto con otras que están alrededor, que han explotado ya otros materiales, que existen y viven en el universo y se van a unir de nuevo, es una atracción, como nosotros, y de nuevo se van a unir y van a hacer una nueva estrella, de la que dejó su cuerpo, volverán a nacer una nueva estrella.
Es igual que cuando una niña guapa hermosa encuentra un chico guapo y hermoso, lo primero que hacen es la atracción, y se unen, y lo primero que hacen es amarse. Y van a reproducir otra estrella, la cual más tarde llegará a maduración, y pasará como las del cielo, del universo, cuando lleguen a maduración, terminarán su vida, y serán incinerado o enterrado.
Si observamos los animales, son muy inteligentes, mucho. Una madre felina se defiende y mata por sus hijos, un macho alfa siempre tiene una manada y da su vida por ella y tiene que pelear por esa manada y tiene que defender, pero no nos gusta ver cuando mata a otros leoncillos de otra manada.
Es este macho alfa, que con sus colmillos se los clava en la cabeza y los mata o los tira al precipicio. Lo vemos cruel y no nos gusta, apagamos la tele. Pero os voy a explicar ¿por qué lo hace?, porque él es el macho más fuerte, el más poderoso.
Y desea que su descendencia sea la más fuerte y la más poderosa. Por eso elige siempre a la hembra alfa, la mejor, la más fuerte, la defensora, la leona. Porque sabe muy bien que de esa mezcla nacerán futuros alfas o leonas muy grandes y fuertes.
Os cuento, os digo mejor una explicación. En Vietnam, donde pasé un tiempo, en la China también, en Tailandia, en Laos, Cambodia, era el momento de sembrar el arroz y la madre guardaba el arroz el más grueso, el más bonito, el más hermoso, lo ponía de lado. El más pequeño lo ponía en otro saco, y el que estaba ya roto cortadito, que era ya apenas en otro saco. Cuando venía el padre, le decía a su hijo, “trae el saco de arroz que vamos a sembrar”, y el hijo decía, “¿cuál cojo, papá?
Coge el mejor, pero es para nosotros para comer. Coge el mejor, coge el más grande y el mejor, pero nos moriremos de hambre, eso lo guardamos para nosotros, no tenemos. Y entonces le dijo, ven conmigo, hijo mío. Ves, este arroz que está hermoso y grande, vamos a plantarlo. Porque plantándolo dará una plantación hermosa, grande y próspera.
Si plantamos el que está ya pequeño, es tan raquítico que no tendrá fuerza la planta y no dará frutos. Y si cogemos el que está ya roto, no nacerá.
Y eso es lo que quiere la tierra, lo mejor. Porque así dará el doble y el triple. El hijo comprendió y llegó a casa. La madre estaba llorando porque se habían llevado su arroz.
Y le dijo, no madre, tendremos una cosecha muy grande. Podremos comer todo el año y vender. Y así fue. Vivieron una cosecha extraordinaria. Comieron en abundancia, regalaron y pudieron vender. Igual que esos granos de arroz, de trigo, de frijoles, de maíz.
Así es el animal y el hombre. ¿Por qué parece criminal que mataran a los cachorros? Si los que iban a nacer eran fuertes, para defenderlos y defender a otros, porque si solamente fueran débiles, enfermos, la raza de animal se perdería.
Y muchos animales, cuando nace uno de sus hijos que nace enfermo o que le falta una pata, lo abandona, porque sabe que no vivirá. Y tiene que darlo a la naturaleza, porque la naturaleza tiene que alimentarse, como ellos, de otros.
Si no hubiera esos animales que limpian, la mitad de nuestro planeta, nos comerían a nosotros.
En el Tibet la primera vez que fui hace más de 35 años más o menos, me chocó mucho cuando una familia tibetana, había nacido un bebé, y lo llevaron al río. Era invierno, siempre es invierno allí en Tibet, hace siempre mucho frío.
20, 40 bajo cero, hace mucho frío, y al nacer lo llevaron al río y lo metieron. Dios mío digo se va a morir, se va a morir y me contestaron.
Así de tranquilos y así lo hacían. No se moría ninguno, ninguno se moría, porque ya llevaban esa fuerza dentro. Pero así lo hacían. Tenían que pasar esa prueba para saber si vivirían o no.
Os voy a explicar otra historia. La manta religiosa. Es un animal muy bonito, verde, verde fluorescente. Es ligera, fina, parece una flor. La llama la manta religiosa porque siempre está rezando, es decir, lleva sus dos patitas delanteras cruzadas como si rezaran, dos grandes ojos y se pone siempre en los árboles o en las hojas, verdes que se difumina, no se distingue, se ve lo mismo. Y está esperando, espera, va cazando, pero está esperando.
Cuando es el momento de los amores, llega el macho, se enamora de ella, ella se hace de rogar, pero él insiste porque ha llegado el momento de reproducirse, porque la raza tiene que continuar si no se extinguiría. Y estoy segura que muchos jóvenes nunca se han hecho esa pregunta. Hay una mosca, la mato, hay un mosquito, lo mato.
Hay que hacerlo con los mosquitos, cierto, pero a veces hay otros animales que se matan solo por el placer. Esta manta religiosa espera, está tranquila. Cuando se acerca el macho, después del cortejo se acopla y una vez que ha obtenido el fruto, la manta religiosa está satisfecha y feliz. Y de golpe, antes de que se dé cuenta, le coge de la cabeza y se la corta. Se come la cabeza del macho, que le ha dado la vida para tener otros hijos y se lo va comiendo el cuerpo, se lo come entero.
La manta religiosa termina, se lava, se limpia sus patitas, se limpia su carita, y se va a descansar. Y sabe que muy bien volverá a tener hijos y estarán en buena salud. ¿Por qué os explico esta historia tan cruel y tan bonita?
¿Por qué se come el macho?, ahí están todas las proteínas, los alimentos y está todo lo que ella necesita para alimentar a sus hijos y el macho lo sabe, el macho lo sabe. Y se sacrifica para que sus hijos puedan hacer fuertes y vivan el tiempo de un verano.
Es efímero, pero vivirán. Y así somos nosotros. ¿O no habéis oído hablar? de tantas mujeres que han estado maltratadas y hombres también, pues es lo mismo, es lo mismo. Pero hacemos un paréntesis porque decimos es que la mujer, la pobre, es que la mujer, es que el hombre. No, son seres que venimos todos del Universo. Y ese es nuestro comportamiento, que es nuestro físico, nuestro cuerpo.
Hay otra historia, muy bonito, el caballito de mar. El caballito de mar, hay otros muy pocos, pero es una de las especies donde cuando se acopla con el otro caballito de mar, los dos, son felices porque bailan.
Antes de hacer el amor, bailan uno alrededor del otro. Una vez que se han unido, ella mira a su amado y se va, ya está feliz, ella está feliz, ha cumplido y se va a comer porque ha hecho un esfuerzo, está cansada y se va a comer.
El caballito de mar macho, se queda tranquilo, y va también a comer, come, va buscando, se reúne con otros, pero él va engordando, engordado, engordando, hasta que llega el momento donde los bebés van creciendo en su vientre, del macho, del caballito de mar, y cuando ya están a punto, él va expulsándolos y van naciendo.
Nacen muchos, varios, nacen, nacen, nacen, y una vez que los ha expulsado todos, ya se queda tranquilo y feliz y los cuida. Vigila que no vengan adversarios para comérselos. Los vigilan mucho, la madre también está por ahí, pero es el padre quien los lleva.
Es algo muy curioso. Hay un animal muy antiguo, que viene desde que el mundo es mundo, se llama caracol. Un caracol, es el único caracol, que es afrodita, se puede él mismo acoplar y tener bebés. El caracol es femenino y masculino, se buscan en compañeros, pero cuando no tienen a nadie, ellos mismos lo reproducen, es muy interesante.
Cada animal tiene un hilo, que está unido a toda una familia de antepasados, de los presentes y lo tendrá de futuro.
Los elefantes, por ejemplo, viven siempre en manada excepto los machos, que tienen que trabajar por su territorio y vigilar, que nadie se acerca a la manada. Pero las madres todas son una. Cuando una madre tiene un elefante, un bebé elefante, todas las hermanas, tías, todas abuelas, lo van a proteger, lo van a cuidar.
Y si la madre se va a comer, quien tiene otros bebés va a alimentar a ese bebé porque todos son uno y se van a ayudar, pero si ven un resto de huesos de elefante que han quedado en la sabana, en África, lo van a oler y le van a hacer reverencias y lo van a saludar y lo van a respetar y lo reconocerán, es algo extraordinario. Ellos respetan al hombre, siempre lo han respetado, nunca atacan para matar, siempre hay una razón, ellos matan para comer y sobrevivir.
¿Qué ha pasado ahora? Hemos tenido el Covid, pero ya se acabó. ¿Por qué tenemos miedo? ¿Por qué tenemos miedo de abrazarnos?
¿Por qué tenemos miedo de salir? ¿Por qué ahora sale esta enfermedad mental? ¿Por qué estuvimos encerrados? No. Nos ha afectado, es cierto, muchísimo. Pero es porque tenemos miedo de tocar la tierra, de trabajar un jardín, de trabajarlo, de hacer un huerto, de poder ver florecer los tomates, pimientos, verduras, ensaladas.
Servidora siempre tiene su huerto, su jardín, no puedo vivir sin él, sin mis flores, mis plantas, no puedo vivir, es la vida, es la vida.
Habéis oído hablar de los neandertales, de los hombres sapiens, etcétera, etcétera. Pero ellos vivieron muy inteligentemente, mataban para comer también.
Pero se amaban, se cuidaban, crearon armas, se peinaban con las raspas de los pescados y quien no tenía pescados, con los huesos finos de ciertos animales. Así que nosotros somos privilegiados. Demos gracias a Dios y al Universo.
Tenemos árboles, tenemos tierra, contemplemos cómo crecen las plantas, pongamos una semilla y la veremos crecer, que es lo más maravilloso. Hemos olvidado que la tierra es tan bella, hemos olvidado que el ser humano es perfecto.
Sí, he dicho perfecto, con todos sus defectos, pero es perfecto, es la máquina perfecta. ¿Por qué nos da vergüenza decir que amamos? ¿Por qué tenemos miedo de abrazarnos? ¿Por qué tenemos miedo de mirarnos en el espejo?
El espejo nos dará la imagen que queremos ver, si los otros nos encuentran guapos y bien, tomemos esa decisión y esa valentía de aceptarnos como somos, porque el corazón no se ve, el amor que hay dentro sólo se siente.
Y la belleza es esa alegría que nos da, cuando nos acercamos de gente que queremos, o de un objeto o de una planta o de un árbol. Eso es el auténtico amor. ¿Qué hermosura poder tener un libro en la mano y leer?
¡Qué felicidad de poder escuchar música! que tanto lo necesitamos y el que sabe cantar o tocar un instrumento, ¡Aleluya! ¿Qué más podría deciros?
La mariposa es uno de los animales más suaves, más finos, más ligeros, son tan hermosas. Cuando llega la primavera empiezan las primeras, unas pequeñitas blancas, unas amarillas, otras azules, otras marrones. Aquí tenemos varias variedades, pero en vuestros países tenéis maravillas de maravillas, ya no digo Brasil, es uno de los campeones, Costa Rica, todos, tenéis unas mariposas maravillosas.
La mayoría que tenemos aquí vive un día, nace por la mañana, primero es, sale de la tierra, es un gusano, una oruga, o de un árbol, una oruga. Y se cuelga en una rama, en un arbusto, y espera, y sale del cocón. Y saca una ala, después la otra, y una vez que sale no tiene ni un minuto de descanso porque tiene que vivir su niñez, su juventud y su madurez, todo en un día. Y tiene que darse mucha prisa porque los campos de flores la espera, los están esperando esas flores de colores. Y saben que tienen que ir, alimentarse y a polinizar, y lo saben. Con sus alas, revoloteando alrededor de las flores, dejan caer ese polen que va a cruzarse con otras, y que va a dar sus frutos. Igual que las almendras, igual que los melocotones, las frutas, todos necesitan, a las mariposas, a los pájaros, a las abejas.
Hay unos jóvenes que están viviendo cerca de un río, que hay oro, en ese río hay oro, pues cada día lo veían cómo pasaba el agua, cómo cantaba el agua, el agua tiene memoria, canta, informa. Das de comer a los peces, das de beber a los pájaros, a los patos salvajes, a los gansos, a las ocas.
Son felices. esos dos jóvenes. Han podido ver también las flores, los árboles. Han estado alrededor de las montañas. Eso es maravilloso porque aún quedan jóvenes que quieren la vida y quieren vivir. Eso es bonito.
Eso sí que es la vida. Eso es el Universo.
Con todo mi amor,
Vuestra Jardinera,
Es largo, pero era tan hermoso, de poder estar con vosotros y de amaros.
Pronto estaré con vosotros.
Os amo.