🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera
En este bosque tan maravilloso, o parque, entró una niña que iba paseando y vio la puerta abierta. Entró y vio que en un árbol había algo que se movía, se acercó y vio que había una mariposa que se había enganchado las alas en esa rama del árbol y no podía soltarse.
Entonces la niña fue poco a poco, suavemente y la liberó. Al liberarla, la mariposa se fue. Estuvo tan contenta que se fue y la niña ya no la vio. Y quiso mirarla y empezó a buscarla ver donde se había ido la mariposa de lindos colores.
Y de pronto, al girarse, vio que había un hada. Y dijo:
“¿estoy soñando o es verdad?” Y el hada le dijo, “no… es verdad, no estás soñando, me has salvado la vida. Y he querido transformarme en hada para hacerte un regalo, es un secreto.
- ¿Un secreto?
- ”Sí.
Entonces se acercó a la niña, en el oído de la niña y le dijo unas palabras. Le dijo el secreto. Pero primero le dijo:
“Antes pídeme un deseo porque me has librado y me has liberado de esa muerte. Pide el deseo que tú quieras”. Y la niña le dijo:
“¡Quiero ser feliz!”
“Bien? ¿Es lo que más deseas?”
Y dijo: “sí, solo quiero ser feliz.”
Se acercó a ella y le habló en el oído. Y el hada se fue. Y la niña entró a casa riendo, contenta. La madre le preguntó. Y le dijo: ¡soy feliz, mamá! Sus hermanos, ¡soy feliz! Y todos la miraban y era feliz. Y pasaban los días y la gente la miraba y era feliz. Y pasaban los años y era feliz. Y todos eran felices cuando estaban con ella.
Pero ella continuaba con esa felicidad y toda la gente se preguntaba ¿qué será el secreto?, Pero ella siempre fue feliz, siempre fue feliz. Que cuando pasaron los meses, los años, al llegar ya a una edad avanzada, sus amigas dijeron:
“Estamos intrigadas porque, mira, ahora ya es anciana, está feliz, es feliz, no tiene miedo, solamente está con su felicidad. ¿Qué os parece si le preguntamos el secreto? Porque no tiene que morir llevándoselo a la tumba, nos pertenece también a nosotras.”
Y se pusieron de acuerdo y toda la gente que la conocía fueron y le dijeron. “Ahora que ya estás tan anciana, no queremos que te vayas con el secreto a la tumba, puedes explicárnoslo.” Y ella dijo “¡sí, claro que sí, solo teníais que preguntarlo!”.
“Dinos el secreto que te dijo, el hada, qué es lo que te dio para ser feliz toda tu vida, todo te ha sonreído, todo te ha salido bien, no hay un día que no hayas sido feliz.”
Dice, pues muy sencillo, el hada me dijo en el oído, “no te creas todas las personas que pasan a tu lado o que están a tu alrededor, estan bien o que no tienen problemas. Míralas bien y ayudalas. Por cada persona que ayudes te devolverán mil veces tu generosidad.
Todo el mundo te necesita y esa es tu felicidad. Entonces la niña iba andando y le iban preguntando cosas,
- Hoy mi gatito está enfermo
- No te preocupes que se curará.
- Hoy he perdido las llaves
- Las vas a encontrar.
- Hoy estoy triste porque van a llevar al hospital,
- No, os sanará, bueno ya se fue, pero está en la luz, no te preocupes, Dios se ocupa de los muertos, los muertos hay que dejarlos y ocuparse de los vivos.
- ¿Y la fortuna?
- La fortuna va y viene. Es como el amor, hoy estoy enamorada y soy feliz y soy rico, y mañana, la quiebra de la banca se ha llevado todo, estoy pobre y miserable.
Sé feliz, ayuda a los otros, y por cada vez que ayudas a uno y das lo mejor de ti misma, te lo devolverán por millones y millones de veces. Esa es la felicidad.
Sus amigas y toda la gente que vino a escuchar se quedó con la boca cerrada, tan sencillo, tan sencillo, por eso la humanidad busca la felicidad. ¡¿Dónde?! ¿Cuántas veces he repetido mis mensajes? ¡La llevamos dentro! A ayudar a los otros para que nos sea de vuelta.
Y si damos lo mejor de nosotros mismos, recibiríamos lo mejor del Universo.
Mis semillas no lo olvidéis, ese es el secreto.
Con todo mi amor, vuestra Jardinera,
No escuchéis a nadie, porque no os hablarán con la verdad, mirar el corazón y lo que vais a sentir, ayudar vuestra intuición en esas personas. Transmitir esta Enseñanza es transmitir la Verdad.
Esto es lo que os comparto hoy con todo mi amor y felicidad. Y doy gracias a Dios todos los días, porque puedo ver el sol y puedo andar. Y tengo frijoles y arroz cada día.