August 14, 2024

¿Cuento con tu amistad?

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🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis queridas semillas,

Estas palabras son compartir, como la historia de hoy.

Había un señor que vivía en un castillo o una grande mansión, una finca, cómo lo quieran llamar. Era educado, erudita, buena persona, respetaba a sus obreros y cultivaba propiedades que tenía.

Pero cada año hacían una fiesta muy grande en su casa e invitaba a todos sus amigos, conocidos y también a gente de negocios, a banqueros, artistas.

Y llegó ese día tan grande, había más de 200, 250 personas, eran sus amigos y estaban esperando ese día de fiesta porque iban a la caza, a la caza mayor, es decir, ciervos, con sus perros respectivos, iban los sirvientes que llevaban una trompeta, se llama el cor, tocaban la trompeta y hacían ruido para que los animales salieran del bosque, y ahí empezar la cacería, porque después había un banquete, un baile.

Todo el mundo estaba contento y feliz, empezaron a galopar, cada uno montado en su caballo, impecable, y sus perros que le seguían, todo iba perfecto hasta que se levantó el aire.

Ya sabéis, a veces el aire viene y te acaricia o hace un poquito más fuerte, y a este señor se le cayó el sombrero, porque todos tenían que llevar un uniforme sombrero, levita, pantalón de caza, botas de montar.

Y al caerse el sombrero, ¿qué pasó? Se le cayó también el peluquín, el peluquín es la peluca, una peluca, llevaba una peluca. Al caerse la peluca le vieron la cabeza toda calva, y sus hijos le dijeron, “¡Papá!”, pero se echaron a reír.

Los amigos de sus hijos se taparon la boca, pero se echaron a reír, y todos sus amigos no sabían qué hacer, porque miraban, giraban del otro lado, pero se reían, porque era muy cómico, pero ¿qué hizo nuestro caballero?

Siguió corriendo para recuperar su peluquín, su peluca, corrió, corrió con el caballo, se bajó, la cogió del suelo y se la puso y la colocó, se puso de nuevo su sombrero y volvió con sus amigos y se estaban muriendo de la risa.

Mi semillas, es cierto, es igual que cuando nos caemos, los primeros en reír no somos nosotros, pero hace gracia y te ríes y entonces no se atrevían a hablarle y él les dijo, “quiero decirles una cosa, el peluquín, la peluca, se parece mucho a la amistad, cuando más necesitas los amigos, es cuando se van.”

¿Qué quiso decir ese señor? Que nadie de sus amigos fue a ayudarle a buscar el peluquín, la peluca, nadie se movió, todos se rieron, pero él con su gran simpatía y amabilidad, repitió de nuevo,

“así han oído, el peluquín es como los amigos, cuando menos te lo esperas, se van”.

Mis semillas, ¿dónde queda la amistad y los amigos? Servidora os ama y siempre será vuestra amiga y siempre os llevaré mi corazón.

Por el momento no tengo peluca ni peluquín, pero ya me pondré miel o pegamento, glue para que no se me vaya nunca.

Así guardaré siempre mis amigos y la amistad.

Con todo mi amor,

vuestra Jardinera y reíros.

De eso también se trata la sonrisa, cuando te encuentras un buen amigo te ríes con él.

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