09 de junio de 2025

Ego: Bueno o malo, tú decides

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🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera

Mis queridas semillas

Vamos a compartir una historia, como siempre, sencilla, pero que cada quien tiene que encontrar una respuesta y solución. Cada vez que se pregunta si el ego es bueno?, ¿es malo?, si lo necesitamos o si tenemos que deshacernos de él, con este mensaje, cada quien lo comprenderá.

En una ciudad llegó un escritor muy conocido, estaba feliz, contento, saludaba a toda la gente, lo saludaban, le sonreían y de pronto este escritor encontró a un amigo suyo. “¡Anda! ¡Juan, qué tal, Juan! ¡Tanto tiempo sin verte!”

Y su amigo se alegró, estuvo contento y se alegró y dijo, sí. “¡Qué tal, cómo estás Juan! ¡Cuéntame de tu vida, cuéntame!” Y dice, “¿te acuerdas”, el escritor “¿Te acuerdas cuando éramos pequeños y íbamos a la escuela?”

Y su amigo con la cabeza le dijo, “sí”. Dice, “¿te acuerdas cuando en la recreación yo escribía libros, historias intrigantes? Bueno, aquellos cuentos. Éramos niños.”

Dice, “sí, sí, qué me acuerdo” Dice, “pues, ahora he escrito libros, muchos libros y muy interesantes y soy conocido.” Y su amigo le dijo, “¡oy sí! ¡Ya lo creo que eres conocido en toda la ciudad y en todo nuestro país! Se conoce y los ha leído.”

Y el escritor dijo: “no solamente aquí, es que mis libros han ido más allá de las fronteras, han atravesado todo el mundo y los leen todos. Siempre, siempre están leyendo mis libros, y efectivamente, tengo mucho éxito, mucho éxito. Gracias a esos libros y ¿Te acuerdas, verdad, cuando era pequeño?”

“Sí, sí, me acuerdo”, entonces estaba hablando, hablando, hablando, “he dado conferencias, he presentado e ido a las mejores capitales, a firmar los libros, he firmado libros en las capitales más famosas del mundo, también han venido para que les dedicar a mi libro, gente importantísima, he hecho de todo y siempre estoy hablando y siempre doy conferencias y siempre estoy firmando y me paran por la calle y me hablan y quieren fotografías, siempre, siempre, siempre.”

Había pasado media hora y el amigo escuchaba atentamente con una gran sonrisa porque estaba muy orgulloso de su amigo y continuaba a hablar y ya cuando pasó una hora dijo: “Hombre, Juan, hace una hora que estoy hablando de mí, dice, no te parece que podría preguntarte algo de ti?” y el amigo sacó una sonrisa y le dijo, “sí, claro.”

Por fin, después de una hora de hablarme de él, por fin. Y entonces le dijo, “bueno, Juan, a ver, dime, ¿qué pienses del último libro que he escrito, que ha gustado, está bien, qué te parece, y la dedicatoria, y lo que dije, y a quién se lo he dedicado?”

Mis queridas semillas, cuando nuestro ego está moderado, tenemos siempre las puertas abiertas del Universo, de la tierra y de todos los caminos. Y nos ayudan a tener fuerza, a tener seguridad y a avanzar, porque ese ego es bueno, pero siempre teniéndolo moderado, porque es el ego de la dignidad, del amor propio.

Cuando tenemos un ego como nuestro amigo novelista, os dejo reflexionar a ver qué pensáis. Por favor, cuando encontréis vuestro mejor amigo o un conocido, medir vuestra conversación y dejar un tiempo para cada uno.

con todo mi amor,

La Jardinera

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