🎧 Escucha el Mensaje en la voz de La Jardinera:
Mis semillas,
repetir varias veces este mensaje, os gustará y os aportará bienestar, la felicidad no se encuentra en los supermercados, no se encuentra en las ferias, la felicidad no se encuentra donde hay una multitud de gente, la felicidad no se encuentra donde pensamos, que en los rincones de ocio está la felicidad, no, la felicidad tampoco se encuentra en lo que poseemos.
Poseer es una palabra que tenemos que recordar cada día, poseer nuestros bienes, poseer mi mujer, mi marido, mis hijos, mi casa, mi carro, mi máquina, poseer no te da la felicidad y aún menos lo que creemos que poseemos.
La felicidad, ¿sabéis dónde la encontramos? en la alegría de una sonrisa, pero una sonrisa compartida con alguien que verdaderamente te da esa alegría y te sonríes porque sabes que esa persona se va a reír también y la va a compartir con recuerdos, con una palabra, con un chiste, con, a veces, un pequeño error, pero que se va a terminar con una sonrisa compartida.
La felicidad también se encuentra en un abrazo, pero un abrazo de corazón, un abrazo de amistad, un abrazo de amor, pero un abrazo sincero. Ahí está la felicidad, es un instante, pero es en ese instante hay tantas emociones, hay tantas vibraciones, hasta hay cosquillas en el estómago, en el corazón te da una alegría particular.
La alegría también está en compartir un paseo agradable, en el borde del mar ir andando sin prisa y sin pausa, simplemente andar entre las olas y dejar que te acaricien tus pies y mirar a lo lejos que es el infinito.
Eso también es la felicidad, la felicidad también es encontrarse un momento de silencio con uno mismo, pensarlo mis semillas. Encontrarse un momento con uno mismo es la felicidad de la plenitud, es la alegría infinita, estar sentado o bien en un banco cuando vas a pasear, o bien en una piedra que te encuentras en una montaña o bien en un camino, o bien en un lugar como el Centro, este Centro que es un paraíso, que en cada rincón puedes sentarte y estar contigo mismo, es decir, con lo más profundo, con el Yo Superior. Dónde el silencio te hablará, dónde el silencio te guiará, dónde el silencio te dará las palabras exactas que emplearás en el momento de dar una conferencia, de transmitir una charla, de comunicar unas palabras dulces y amables para ayudar a aquellos que están esperando ese verbo, esa palabra.
La felicidad también es compartir, compartir con las personas que piensan como tú, o que son afines a ti, o las personas que sabéis, que van a estar contentas de ese momento que vais a compartir o a estar juntas, esa es la felicidad, son instantes.
No hablo de la felicidad eterna, no hablo de la felicidad para toda la vida. La felicidad son instantes, tan sutiles, tan finos, que a veces no nos damos cuenta que venimos de estar tan felices en un abrir y cerrar de ojos.
Eso es valorar, valorar el instante, valorar la compañía y valorarse a sí mismo.
La felicidad empieza por uno mismo, créetelo, sé feliz, si eres feliz contemplarás que los que están alrededor tuyo van a recibir esa Luz y esa esperanza que emana de ti, porque no puedes retenerla, es grande, es fuerte, es Luz y eso es la felicidad acompañada de alegría.
En el momento que estéis pensativos, o que no sabéis que hacer, o que no tengáis ninguna iniciativa, recordar este mensaje. La felicidad son instantes que hay que valorar. Servidora valora todos los instantes, contemplar una flor, pararse delante de un árbol y hablarle y escucharlo, porque ese árbol también desea ser escuchado y ser abrazado. Porque el vuelo de una mariposa también dura unos instantes y dan la vida el mismo día, por eso valoran cada flor que acarician, cada flor que retienen su perfume, ese aroma tan sutil que pronto volverán a dar la vida.
Eso es la felicidad, un instante, un instante es la auténtica felicidad.
Valorarlo mis semillas, valorar cada gesto, valorar cada sonrisa, valorar dar la mano, dar cinco minutos de vuestra vida, es salvarla y ¡dar un abrazo!
Es lo más maravilloso, dar un abrazo, es el auténtico amor,
y con este abrazo os mando todo mi amor,
vuestra Jardinera.